A dos semanas del reordenamiento del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) dispuesto por el intendente Pablo Javkin, que cosechó fuertes críticas desde su implementación, integrantes del Observatorio Social del Transporte, que dirige el concejal Eduardo Toniolli (PJ-Frente de Todos), relevaron la opinión de los usuarios respecto a los cambios realizados en el sistema. El informe ratifica las quejas que plantearon vecinales e instituciones barriales, que se escuchan en las paradas mientras se espera el colectivo, en los mensajes que reciben las radios, y las que se atienden en el 147, el número para realizar las consultas: tres de cada cuatro usuarios consultados respondieron que los cambios fueron "malos" y "muy malos". Según Toniolli, "la valoración crítica de la mayoría de los usuarios consultados es una consecuencia lógica de una reforma que fue realizada con criterios exclusivamente comerciales, para mejorarle a las empresas del sector el índice de pasajeros transportados por kilómetros recorridos, sin tener en cuenta de que están prestando un servicio público”.

"Las encuestas y las mediciones que realizamos en la calle, son insumos con los que construimos cotidianamente nuestra mirada sobre el estado del transporte local, y que utilizamos para elaborar las propuestas que impulsamos desde el Concejo", posteó ayer en su cuenta de Twitter el concejal Toniolli, integrante de la Comisión de Servicios Públicos, y de la que se creó cuando se aprobó la emergencia del transporte en diciembre pasado para hacer un seguimiento de la adecuación del TUP, antes de la difusión del informe elaborado por el Observatorio.

El primer apartado incluye los resultados de la encuesta incidental realizada el pasado martes en las plazas Montenegro y Sarmiento, a 286 usuarios del transporte local, a quienes les preguntaron qué les parecían los cambios planteados por el municipio que invocó razones de mejor organización de los servicios y ahorro de recursos por los efectos de la pandemia. El 42% calificó los cambios como “muy malos”, el 32,2% como “malos”, el 24,4% los definió como “buenos”, y un 1,4% como “muy buenos”. 

Entre quienes calificaron la reforma como mala o muy mala, la principales razones esgrimidas fueron que creció el tiempo de espera en las paradas (27%), el empeoramiento de los recorridos (23,5%), la mayor distancia entre paradas (22,5%), que se viaja más apiñado a bordo (22%), y que los tiempos de viaje son más largos (5%).

El informe muestra una comparación con el diagrama vigente en el verano 2019-20, según los horarios publicados en la página del Ente de la Movilidad en su oportunidad, y entre los días 25 y 27 de enero corriente para los servicios reformados. "Los resultados --indicaron desde el Observatorio-- eximen de mayores comentarios sobre los efectos depresivos de estas medidas sobre los usuarios y el futuro del TUP".

"El apiñamiento de pasajeros a bordo de las unidades aumentó notoriamente desde el 25 de enero, así como las quejas por reducción de cantidad de servicios, falta de estos fuera de las 'horas pico', en especial en la franja nocturna, mayor distancia a recorrer hasta arribar a una parada, confusión generada por las numeraciones asignadas a las líneas modificadas, y supresión de varias líneas, entre ellas varias de carácter barrial o de ronda que prestaban una importante función", agregaron.

Además, el trabajo contiene un detalle de lo que ahorra el municipio con la adecuación, comparando las grillas horarias de hace un año con la actual, unos 996 mil pesos diarios. "No es mucho para el municipio, por eso volvemos a la carga con la creación de un fondo anticíclico ya que esos recursos se pueden obtener fácilmente aumentando la alícuota del DREI a las actividades en los puertos, del 6,83 al 15,75 por mil, y a las entidades bancarias, del 29 al 35 por mil", dijo Toniolli a este diario. A valores actuales, el edil estimó que lo recaudado por este fondo sería de 20 millones de pesos mensuales, las dos terceras partes de lo que el municipio se ahorra por medio de los cambios.

"Cuando se discutió la emergencia, nuestro bloque fue el único que votó en contra, pero no nos paramos solo desde la negativa, planteamos alternativas que incluían formas de financiamiento que evitaran un ajuste tan brutal”, señaló el edil justicialista sobre la dificultad para generalizar otra mirada sobre el transporte. “Lamentablemente el oficialismo y sus aliados, a la hora de discutir la emergencia, no abrieron el debate sobre esta y otras iniciativas que apuntan a financiar el sistema, y podrían evitar o morigerar los recortes y los aumentos de tarifas, que terminan empujando a más usuarios afuera", agregó. 

Finalmente, Toniolli consideró que "el transporte público es la columna vertebral del funcionamiento de la vida económica de una ciudad, por lo que resulta lógico y razonable que actividades económicas que se sirven de ese servicio, y siguen teniendo ganancias extraordinarias aún en medio de la pandemia, aporten a su funcionamiento, y más en una etapa de crisis”.