En diciembre de 2020, la industria utilizó el 58,4 por ciento de su capacidad instalada, 1,5 puntos porcentuales por encima del mismo mes de 2019, en el que se registró un 56,9 por ciento. Es el diciembre con el nivel más alto desde 2017, cuando fue 64 por ciento.
En linea con los indicadores que demuestran una reactivación de la industria es el segundo mes consecutivo en que el indicador que mide la proporción utilizada de la capacidad productiva del sector industrial arroja un resultado más alto en su comparación interanual.
Por sector
En términos interanuales, el crecimiento en el uso de la capacidad instalada se dio en siete de los doce sectores relevados. De los restantes, dos de ellos desaceleraron su caída respecto del mes anterior.
Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son industrias metálicas básicas, refinación del petróleo, productos minerales no metálicos, sustancias y productos químicos y papel y cartón.
Las industrias metálicas básicas registran en diciembre una utilización de la capacidad instalada de 73,5 por ciento, superior a la de 2019 (66,1por ciento), por el mayor nivel de actividad de la industria siderúrgica. En efecto, según datos de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo registró una suba interanual de 19 por ciento.
Los productos minerales no metálicos evidencian un nivel de utilización de la capacidad instalada de 69,2 por ciento, superior al de diciembre de 2019 (57,2 por ciento), como consecuencia principalmente de las subas interanuales en los niveles de producción de cemento, ladrillos huecos y placas de yeso.
Dentro de los que se ubican debajo del nivel general se destacan la industria automotriz (41 por ciento) que, sin embargo, arrojó un nivel más alto que en 2019 como consecuencia de la mayor cantidad de unidades fabricadas por las terminales automotrices. También productos textiles (42,4 por ciento) y productos del tabaco (46,7 por ciento) y productos alimenticios y bebidas (56,9 por ciento).
La capacidad instalada de la producción de alimentos y bebidas es inferior al registrado en diciembre del año anterior (63,3 por ciento), como consecuencia principalmente del menor nivel de molienda de oleaginosas. En efecto, según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, los niveles de molienda de soja y girasol registran caídas de 71y 88 por ciento, respectivamente, en comparación con diciembre de 2019.