Después de instalarse en las oficinas de la comisaría de Rojas y en las de la comisaría de la Mujer, de la misma localidad, los auditores de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense informaron y el ministro Sergio Berni dispuso la intervención de ambas, luego del femicidio de Ursula Bahillo.
La decisión busca establecer el grado de responsabilidad que tuvieron la cúpula de la comisaría de Rojas y la dependencia especial de la Mujer en el femicidio de la joven, además de .
El presidente Alberto Fernández catalogó este jueves de "tremendo" el caso y pidió ser "inflexible con los autores" de hechos como el que tuvo por víctima a Ursula, cuyos restos fueron despedidos este miércoles en Rojas.
Ursula Bahillo fue asesinada el lunes pasado a puñaladas en una zona rural cercana a Rojas, en Guido Spano, por su ex novio, un agente de la Policía bonaerense con carpeta psiquiátrica llamado Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, y que estuvo internado en Pergamino por heridas que él mismo se provocó, al parecer, tras el ataque a la adolescente.
La determinación de desplazar a los jefes policiales de Rojas también se produjo después de los incidentes que se registraron en la noche del lunes en esa ciudad frente a la comisaría local tras conocerse la noticia del femicidio.
Mientras avanza la investigación, y los restos de la joven Ursula eran despedidos por familiares, amigos y vecinos de Rojas, la madre de la víctima, Patricia, reclamó prisión perpetua para el asesino.
"Lo que nosotros queremos para él es perpetua", enfatizó la mujer en declaraciones a la prensa en la puerta de su casa, en esa localidad bonaerense: "Está con vida, que pague en la cárcel", agregó con relación a Martínez.
"Lo único que pedimos es que él viva para que la Justicia se encargue", dijo Patricia, que consultada acerca de la visita de Berni, en la víspera, elogió al ministro de Seguridad bonaerense y a su secretario y remarcó: "Compartió con nosotros el dolor".
Patricia dijo que el crimen de su hija marcará "un antes y un después en Rojas", consideró que "tienen que cambiar los jueces corruptos y comprados" para evitar que se sigan cometiendo femicidios en la Argentina e indicó que debió someterse a tratamientos de fertilidad durante 10 años para poder "traer al mundo" a Ursula.
También precisó que su hija iba a cumplir 19 años el próximo 26 de febrero, señaló que durante su relación con Martínez en forma "constante" recibía "amenazas de muerte", y ratificó que el acusado estaba con un certificado psicológico y no psiquiátrico, y que tampoco estaba medicado.
"Fueron siete meses de amenazas de muerte constantes", dijo, y finalmente remarcó que se siente "entera".
Un informe preliminar de la Fiscalía a cargo de la investigación señaló en las últimas horas que la joven falleció producto de heridas de arma blanca recibidas en el cuello, lo que generó un shock hipovolémico (disminución del volumen sanguíneo) y no se descartaban otras lesiones en estructuras vitales.
La madre de la joven contó además que su hija se encontraba estudiando Psicopedagogía y que este martes iba a empezar la carrera terciaria de maestra.
Antes de concluir su diálogo con la prensa, Patricia recordó que este martes pidió que la marcha en Rojas se realizara de manera pacífica y señaló que estaba "muy dolida" con el juez de Paz de Rojas porque desestimó las más de 18 denuncias que había en contra de Martínez, entre ellas la de la violación de una menor de edad discapacitada.
Martínez había sido trasladado a Conesa, pero como informó Página/12, anoche debieron llevarlo a otro lugar tras una protesta de vecinos.
El policía bonaerense acusado por el femicidio de Úrsula Bahillo en la localidad de Rojas, fue trasladado este miércoles al pueblo de Conesa donde, como informó Página/12, los vecinos realizaron una protesta repudiando el alojamiento de Martínez en el lugar, tras lo cual Gendarmería debió trasladarlo a otro destino no informado.