Una huella digital en una lata de cerveza permitió esclarecer el femicidio de una embarazada de 43 años quien fue hallada apuñalada en diciembre pasado en un albergue transitorio del barrio porteño de Palermo. La víctima fue identificada como Paola Mirian Rodríguez (43), una mujer embarazada de tres meses con domicilio en el barrio Mitre de la Capital Federal.
El femicidio ocurrió a las 6.30 del 7 de diciembre de 2020, cuando uniformados de la Comisaría Vecinal 14 A se dirigieron por un llamado del 911 al hotel alojamiento "F&M", ubicado en la calle Darregueyra al 2479, entre avenida Santa Fe y Güemes, a dos cuadras de Plaza Italia, donde la mujer fue encontrada en una habitación, con heridas punzantes en distintas partes del cuerpo.
El hombre que había ingresado con ella al albergue se había escapado media hora antes y un empleado del lugar sólo pudo describirlo como de tez trigueña, pantalón oscuro y campera. La víctima se encontraba recostada en la cama con la cara hinchada y cortes en el cuello, tórax, abdomen y mano izquierda, mientras que en la pieza se hallaron manchas de sangre, un cuchillo de mango blanco y marrón, latas de cerveza y un teléfono celular.
Una ambulancia del SAME trasladó a Rodríguez, quien cursaba un embarazo no mayor a tres meses, al Hospital Fernández, donde finalmente falleció. La fiscalía actuante ordenó el trabajo de los peritos de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) en la escena del crimen, quienes preservaron todas las evidencias, entre ellas, las latas de cerveza, que luego darían la clave de la investigación.
En paralelo, la Brigada de la Comuna 14 descubrió que en octubre de 2020 la víctima había denunciado por violencia de género a un hombre de 36 años, de nombre Rubén, quien fue puesto a disposición de la Justicia como principal sospechoso del hecho.
Al mismo tiempo, los investigadores se entrevistaron con la hermana de la víctima en su domicilio del Barrio Mitre, que les informó que Paola ya no vivía ahí, pero que el día anterior al crimen había estado de visita junto a un hombre al que llamaba "El Paraguayo", pero que su nombre sería Hugo.
Mientras, el Sistema Automático de Identificación de Huellas Dactilares y Palmares de la Policía Científica (APFIS) analizó las evidencias recolectadas en el albergue y detectó tres rastros dactilares aptos para cotejo que fueron cargados en la base de datos para buscar su identidad. Dos de esas huellas pertenecían a la propia víctima, pero la tercera, hallada en una de las latas de cerveza, era de Hugo Orlando Ojeda (33), con domicilio en el Bajo Flores. Con estos datos, se consultó el sistema de actuaciones de la Policía de la Ciudad y se descubrió que Ojeda aparecía como damnificado en una causa por lesiones en la Comuna 6 y estaba internado en el Hospital Piñero de Flores.
Hacia ese hospital se dirigieron los investigadores de la Comuna 14, donde ubicaron al sospechoso, quien al ser requisado tenía entre sus pertenencias un certificado de extravío a nombre de la mujer asesinada y ropas idénticas a las que vestía el asesino de Rodríguez en los videos de cámaras de seguridad recolectados en el expediente.
Con esos elementos, especialmente la evidencia científica de su huella en la escena del crimen, el juzgado interviniente, ordenó su inmediata detención por "homicidio agravado por violencia de género" (femicidio), delito que prevé la pena de prisión perpetua. Además, con la detención e imputación a Ojeda, la Justicia desvinculó de la causa al primer sospechoso.