“El aumento de precio del maíz sólo explicaría 7,5 puntos porcentuales de los 75 puntos de aumento de precios de la carne a lo largo del 2020, es decir, sólo el 10 por ciento. El resto debe entenderse como aumento de precios por la alternativa de exportación, por el incremento de precios del novillo como mecanismo utilizado como reserva de valor o como aumento para mejorar la tasa de rentabilidad”, indicó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en un informe sobre la evolución reciente del precio de la carne y de las hortalizas. Adicionalmente, agrega que “la ventana de oportunidad que ofrece el mes de diciembre por la celebración de las fiestas, se tradujo en una lisa y llana especulación, con suba de 20 por ciento, que se mantuvo, aunque en un nivel inferior, en enero. Esto exige mirar también hacia el lado de los frigoríficos y la comercialización concentrada”.

Frente a enero de 2020, la variación de precios nominales de la carne fue del 73,5 por ciento, muy por encima de la inflación del período, del 36,1 por ciento. A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (87 por ciento), matambre (85 por ciento) y vacío (83 por ciento). El informe advierte que “se observan incrementos significativos de la carne durante varios meses de 2020, a saber, enero (7,6 por ciento), marzo (5,6), abril (9,2), noviembre (7,7) y diciembre (20,2). La dinámica alcista de noviembre y diciembre se mantuvo en enero de 2021 pero en niveles inferiores, anotándose un incremento ponderado promedio de los cortes de carne vacuna de 6,3 por ciento”.

El CEPA, además, desagrega la evolución de los precios de la carne según una categorización en “cortes caros, intermedios y económicos” y agrega en el caso del pollo. En enero, los intermedios (tapa de nalga, asado de tira, bife angosto, tapa de asado, paleta y picada especial) son los que más han aumentado, promediando un 6,4 por ciento. Los cortes caros (peceto, lomo, colita de cuadril, nalga, cuadril, matambre, vacío, bola de lomo y cuadrada) se incrementaron casi al mismo nivel, en el orden del 6,3 por ciento, mientras que los cortes económicos (tortuguita, roast beef, carnaza, picada común, falda y osobuco) tuvieron una evolución más leve, de 4,5 por ciento. En tanto, el pollo fresco entero subió un 3,8 por ciento.

La diferencia entre la carne vacuna y el pollo fue una constante a lo largo del año pasado. “Si en enero de 2020 1 kilo de asado equivalía a 3 kilos de pollo, en enero de 2021, 1 kilo de asado equivale a 3,7 kilos de pollo. El encarecimiento relativo del asado respecto al pollo fue del 23 por ciento interanual en enero pasado”, dice el informe.

¿Por qué sube?

“Entre 2010 y 2016 el promedio mensual de exportación de carne vacuna osciló entre 15 y 20 mil toneladas. Sin embargo, a partir de 2017 comenzó un muy acelerado crecimiento, llevando el promedio mensual de exportación a 70 mil toneladas mensuales en 2019 y 75 mil en 2020”, calcula el CEPA. La mayor parte de las exportaciones se dirigen a China.

El informe explica que “el otro elemento que tiene impacto en la determinación de los precios de la carne. Un análisis de su evolución durante los últimos cinco años muestra que, durante el final de 2020, el precio del maíz ha llegado a máximos históricos, superando los 200 dólares la tonelada en el mercado de Rosario”. Sin embargo, se estima que el peso del maíz en la carne alcanzaría valores cercanos al 8 por ciento del costo total”. En el pollo, en cambio, el maíz explica más de un 20 por ciento de los costos totales. Para el CEPA, la suba se explica por el nuevo panorama exportador del sector en un contexto de especulación tanto en la producción como en la comercialización.

Frutas y hortalizas

El CEPA también analizó la evolución interanual de precios de frutas y hortalizas. Los principales incrementos se dieron en el limón (347 por ciento), la batata (235), la papa (115,0), la naranja (234,0), la cebolla (151,0) y el zapallo (124,0). En tanto, la banana y la lechuga se ubicaron unos escalones más abajo, aunque aun así muy por arriba de la inflación del período, con incrementos del 55 y 52 por ciento, respectivamente.