El hombre acusado de violar y matar en 2003 a una joven en la ciudad mendocina de San Rafael fue condenado a 11 años de prisión: fue hallado partícipe necesario del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de 2 o más personas pero no de femicidio.
La pena recayó sobre Marcos Graín Osorio (36) tras el tercer juicio por la muerte de Paula Toledo (19), asesinada el 31 de octubre de 2003 en esa localidad situada a 230 kilómetros al sur de la capital provincial.
El fiscal Pablo Peñasco había solicitado una pena de 25 años de prisión por el delito de abuso sexual seguido de muerte en calidad de partícipe necesario, mientras que los querellantes habían pedido prisión perpetua por "homicidio criminis causa".
“Yo acepto las cosas que ha pasado la familia Toledo en estos 17 años, me imagino lo que han sentido, sé que con todo esto le han arruinado la vida, pero también a mi familia le han arruinado la vida y nos siguen arruinando la vida”, dijo Graín Osorio al tribunal que lo juzgó. “Por eso pido que se haga justicia”, añadió en sus últimas palabras antes de conocer el veredicto.
‘Poli", como llamaban a la joven, mantenía una relación informal con Graín Osorio, quien la fue a buscar a su casa para salir a pasear por San Rafael la última noche que fue vista con vida, el 31 de octubre de 2003. De acuerdo a los dichos de testigos, ambos fueron hasta una casa abandonada, donde un grupo de jóvenes de ese mismo barrio y conocidos de ambos se reunía habitualmente a beber y a fumar.
El cuerpo de Toledo fue luego hallado con signos de abuso sexual, marcas de quemaduras de cigarrillos y golpeado en un descampado del barrio Sosneado en San Rafael, al sur de Mendoza.
Durante el juicio --el tercero que se realizó por el mismo caso-- los jueces Ariel Murcia, Alejandro Celeste y Esteban Vázquez analizaron la evidencia, realizaron inspecciones oculares y ordenaron nuevas medidas.