El fiscal federal Federico Reynares Solari describió en su alegato final de pedido de pena del jueves pasado la forma en que parte de la estructura policial antinarcóticos de Santa Fe regulaba el trafico de estupefacientes, en un rol que la terminaba convirtiendo en un actor más del negocio narco. Lo hizo tras acusar al ex jefe antidrogas Alejandro Druetta, quien estaba en el banquillo junto Ignacio "Ojitos" Actis Caporale, quien lo sindicó como su jefe. El juicio sirvió también para develar dos hechos que prueban la connivencia de la policía santafesina y que aún no fueron esclarecidos: cuando el narco Carlos Ascaíni fue detenido por Druetta con un kilo de cocaína, dijo tener como resguardo fotos, filmaciones y grabaciones que probaban su acuerdo con la fuerza. De las llamadas encontradas en la computadora del propio Druetta se pudo saber además que este le avisó a uno de su jefes --a quien solo nombra como Fernando--, que había que pedirle un favor a "Néstor" el mismo nombre de un perito técnico policial que hizo el análisis sobre la droga incautada, que termino siendo azúcar impalpable.
--¿Usted pudo detectar en esta causa un pacto policial/narco?
--Categóricamente si, nosotros afirmamos que hubo un acuerdo, un concurso de voluntades entre al menos Angel Del Mastro, Alejandro Druetta e Ignacio Actis Caporale qué consistía en lo que llamamos la regulación estatal del tráfico de material estupefacientes. El acuerdo era a cambio de dinero y de datos para fabricar procedimientos a partir de datos que le brindaba Actis Caporale, que se plasmaban en actas policiales falsas a cambio de los cuales se le permitía vender drogas.
--¿Encontraron llamadas grabadas en la computadora personal de Druetta?
--Así es, tenía un gran caudal de información en la computadora secuestrada y llamadas con múltiples interlocutores. Druetta manejaba muchísima más información de la que volcaba en la justicia y no había excusas válidas para que esta no hubiese sido acompañada a la justicia. Uno puede inferir cuál es la razón, porque por ejemplo en una causa bastante conocida --la de Ascaíni-- de determinadas conversaciones se infiere de manera más que probable, que éste tenía un acuerdo con una estructura policial. Y que cuando es detenido invoca este elemento y ese acuerdo, algo que el propio Druetta termina comunicándole a otro jefe policial que participaba de esa estructura y entonces se elabora un plan de acción que sería involucrar a otra repartición policial de la provincia de Santa Fe para que alivie la situación de Ascaíni en la pericia. Eso en la causa evidentemente se verifica porque la pericia química sobre la droga secuestrada dio que era de baja pureza, en su mayoría azúcar impalpable.
--¿Usted entiende que Ascaíni tenía alguna especie de reaseguro por si caía preso?
--Si, se puede escuchar que había algún elemento en su poder que podría haber disparado alguna defensa, se menciona que había un dispositivo tecnológico que donde había guardado evidencia fotográfica y grabaciones de reuniones de Ascaíni con esta estructura de la Policía de la provincia de Santa Fe encargada de la persecución de narcotráfico.
--¿Que fue lo que más le impactó de todas esas escuchas?
--Me impactaron primero el manejo del información de esta estructura de la Policía de Santa Fe, manteniéndola en su poder sin que supiera el Ministerio Público ni el Poder Judicial. Esto le daba todo el poder para poder realizar está regulación del narcotráfico, por eso es que se lo guardaba. Cuando pasamos las llamadas en el juicio, Druetta intentó defenderse diciendo que todas esas cosas que le decían a él no le constaban. Es irrisorio, porque después con una simple llamada anónima se concretaban arrestos decomiso de drogas y procedimientos que usaban a su favor. También es curiosa la forma con la que hablaba con Aldo Orozco, otro narco detenido y con Ascaíni. Es más, cuando era jefe antidrogas de General López, lo llamaban legisladores como Lisandro Enrico, Maximiliando Pullaro, y Jorge Abello, con quienes mantenía trato respetuoso. No digo que ellos supieran lo que hacia en verdad Druetta, sino que es bueno que hoy se sepa cómo operaba, para analizar en perspectiva los hechos que ocurrieron y hoy también forman parte de nuestra realidad. Los acuerdos de esos años, también pueden influir en lo que vivimos por estos días. No es ningún delito pero también hablaba con referentes de la justicia federal (se refiere a la ex camarista federal Laura Cosidoy con quienes cenaba cada jueves). Quiero decir que Druetta estaba apoyado en una estructura policial que validaba este tipo de accionar, no es que a él solo se le ocurrió encarar la regulación estatal del narcotráfico, sino que había una estructura policial que lo validaba y además tenía una ristra de conexiones que hacía que se sintiera fuerte. Claramente esa policía participa de la narcocriminalidad como un actor más, entonces pierde su rol para pasar a formar parte del mismo.
--¿Druetta no era un jugador suelto entonces?
-No, hay una estructura detrás de Druetta, esta estructura estaba formada por estos verdaderos gestores estatales de la narcocriminalidad.
Reynares adelantó que enviará las pruebas para que se investigue la complicidad de los otros jefes policiales que quedaron al descubierto en esta causa, algunos de ellos superiores jerárquicos de Druetta. Los próximos dos jueves tendrán lugar los alegatos de clausura de las defensas de los acusados. Luego se dará a conocer la resolución del Tribunal Oral Federal Nº 3 de Rosario.