Tras varias polémicas e intentos fallidos de compra por parte de la municipalidad de Salta, la geomembrana para impermeabilizar el módulo cuatro del vertedero San Javier, también conocida como la trinchera cuatro, fue comprada por la empresa concesionaria Agrotécnica Fuegina.
Así se lo confirmó el subsecretario de Limpieza Urbana de la municipalidad de Salta, José Ginocchio, a los ediles capitalinos durante una reunión que mantuvieron en la semana en el Concejo Deliberante.
Una vez puesto en funcionamiento, el nuevo módulo reemplazaría al reabierto número uno, en el que actualmente se depositan los residuos de la ciudad de Salta y algunos otros municipios del área urbana.
Luego de la firma de renovación por 10 años del servicio de higiene urbana entre la municipalidad y la empresa Agrotécnica Fueguina, esta última inició el proceso de compra del material necesario para impermeabilizar las aproximadamente 5 hectáreas que abarcará el cuarto módulo.
Si bien oficialmente no confirmaron el valor final que se pagó, se estima que el costo estaría rondando los 500 mil dólares. La última licitación fallida iniciada por la municipalidad hace un año la había tasado en 32 millones de pesos.
La historia de la membrana tuvo idas y vueltas desde hace por lo menos 5 años cuando el Tribunal de Cuentas frenó las intenciones de la municipalidad de comprarla al considerar que por contrato le correspondía a la concesionaria del servicio. Luego se sucedieron un par de intentos más que no prosperaron, el último en 2020 durante la actual gestión de Bettina Romero.
La colocación de la geomembrana estaría prevista para la segunda mitad del año, ya que a partir de abril, cuando finalice la temporada de lluvias, comenzarían a acondicionar el terreno para desplegar el material.
La obra sobre el módulo cuatro se completa con un sistema de captura de lixiviados y sistema de captura de biogás. Una vez en funcionamiento se avanzaría en el cierre del módulo uno, que habilitaron nuevamente en 2016, luego de que se lo hubiese cerrado en 1999, y su actual ciclo de vida útil estaría al límite.
Si bien el costo de la compra de la membrana es asumido por Agrotécnica, la misma es abonada por la municipalidad prorrateada en los 10 años de duración del contrato. El nuevo convenio de higiene urbana entró en vigencia en octubre y representa un costo por la ciudad de poco más de 152 millones mensuales por una serie de servicios como la recolección de residuos, retiro de microbasurales y mantenimiento de canales, entre otros 12 puntos que comprendía la licitación.
Igualmente esos servicios se pagan según acreditación de servicios, actualmente debido a la falta de equipamiento, que está arribando en estos meses, hay algunas tareas previstas que no se están realizando y por lo tanto tampoco se facturan al municipio.
Esto lo explico el secretario de Servicios Públicos y Ambiente municipal, Aroldo Tonini, que señaló que la implementación de un certificado de servicios, posibilita obtener un mayor control por parte de la comuna.
Recolección selectiva
Otro de los puntos que se abordó durante la reunión entre concejales y funcionarios es la implementación de la recolección selectiva que permita optimizar el reciclado de desechos sólidos, que hoy se aplica en 19 barrios de la ciudad, con una frecuencia de recolección de tres veces por semanas.
La nueva etapa que incluirá a toda la ciudad estaba prevista para mayo, pero se atrasaría unos meses para optimizar la operatoria y hacer una fuerte campaña de comunicación ya que la recolección domiciliaria alternaría entre días para residuos secos y otros para humedos.
El coordinador de Relaciones Políticas e Institucionales de la Municipalidad, Fernando Palopoli, consignó que se está trabajando en la difusión y estimó que la campaña tendrá una duración de no menos de dos meses.
La implementación de este programa también incluye la puesta en marcha de 38 equipos compactadores y la colocación de 200 contenedores y 50 campanas plásticas en distintos puntos de la ciudad.
Ya en el vertedero San Javier, la empresa Agrotécnica montaría la recepción, acondicionamiento y tratamiento en playa de descarga de residuos húmedos y lo mismo para los residuos secos.
El proceso de reciclaje se complementará con una planta de compostaje, otra de recuperación de materiales inertes, un vivero forestal y una plantea de chipeado de podas y otros productos, tal como se denomina al trozado de los árboles.