Además de ser una productora campesina en la localidad de Vaqueros, a 10 kilómetros de la Capital de Salta, Olga Lubel se dedica desde hace algunos años al trabajo específico con plantas. Así fue que junto a Romina Parra diseñaron el curso Mujeres y plantas medicinales, que se llevará a cabo desde el 20 de febrero hasta junio, con una duración de 5 encuentros.

Ambas mujeres consideraron que el trabajo que venían desarrollando hace un tiempo, ameritaba "darle una forma para poder comunicarlo de la mejor manera", contó Lubel a Salta/12. Tras varios años de dedicarse al estudio del mundo botánico, la productora entendió que "las plantas forman parte vital del mundo" porque generan la posibilidad de "dialogar", en tanto una persona sufre alguna dolencia que puede ser aliviada con determinada planta.

Los 5 encuentros tienen como fin, por un lado, la recuperación del conocimiento sobre la medicina ancestral y por otro, el estudio de la fitomedicina, que es la medicina convencional que refrenda el uso etnobotánico de las plantas. "Esa conjunción habla de lo que somos nosotros hoy y por eso se busca recuperar algo de nuestro ser salvaje", agregó. Entendió que eso posibilita "que nos vamos a convertir en mujeres salvajes e ilustres" tras la unión del mundo botánico y el estudio de las ciencias sociales.  

En opinión de Lubel, incluso saber qué planta puede traer alivio para determinada área del cuerpo no es suficiente. "No basta con quedarnos en el uso mecánico de que determinada planta sirve para tal cosa, sino que se debe entender por qué llega a suceder eso", subrayó. 

Las diseñadoras del curso sostienen que una de las ideas centrales es entender que es necesario tener una mirada de conservación de la plantas, pero eso se podrá lograr en la medida en que las personas sean usuarias de estas plantas. "La biodiversidad se expresa a través de los principios activos que tienen las plantas y esto habla de un uso ancestral que le damos las mujeres a los vegetales que nos rodean", explicó la productora.  

En ese sentido, uno de los desafíos es hacer un uso correcto de ellas, saber recolectarlas, conservarlas y administrarlas. Lubel dijo que se debe comprender cada uno de esos pasos para ayudar a "estrechar ese vínculo que siempre ha sido femenino". 

Para ello, en la primera reunión, que será el 20 y 21 de marzo, se introducirá sobre el mundo botánico y el sistema respiratorio. También se verán las afecciones más comunes, el desarrollo de la escucha para diagnosticar y el abordaje con plantas.

En el segundo encuentro se abordará el estudio del sistema genital y reproductor junto a la ginecología y el ciclo femenino. Se desarrollará el 20 y 21 de marzo. Mientras que el 17 y 18 de abril, en el tercer encuentro, se tratará el sitema endócrino y las glándulas.

El 15 y 16 de mayo se tratará sobre el sistema digestivo y cómo incorporar el consumo de plantas medicinales en la alimentación. En el último encuentro, que será en junio, con fecha a definir, se hablará del sistema linfático y circulatorio. Cada reunión se desarrollará en la Finca La Huella, en Vaqueros. Las inscripciones y consultas se pueden realizar al 387-155954761.

Medicina popular

Al ser consultada sobre el motivo por el que el uso de plantas medicinales dejó de estar en la agenda social, Lubel señaló que "de alguna manera siempre hay tensión" entre la medicina convencional y hegemónica con el mundo de la medicina tradicional o popular. Por eso, creyó que se debe volver a analizar este tipo de conocimientos a través de quienes las han usado  de una manera sostenida en el tiempo. En su mayoría, son las culturas indígenas las que hacen un uso de este tipo de medicina.  

Incluso para hacer las intervenciones medicinales en los cuerpos, Lubel afirmó que "el respeto que nos ofrecen nuestros cuerpos nos va a dar el tenor de nuestras intervenciones". Sostuvo que entender el funcionamiento del cuerpo permite dar el parámetro para saber si la medicina de las plantas es suficiente para adentrarse en la salud de otros. 

"No renegamos de la medicina hegemónica, sino que hoy tendemos a depositarnos como pacientes cuando en realidad tenemos la posibilidad de desarrollar otras habilidades", explicó. En ese sentido, afirmó que "siendo hijas de este tiempo, tenemos los elementos suficientes para hacerlo". 

Subrayó que usar la medicina convencional no invalida recurrir a la medicina ancestral que introduce al concepto de una salud popular, al haber un mayor alcance a las plantas. Lubel explicó que en el momento en que se reconocen las plantas medicinales se puede acceder a las plantas más comunes, y por ello más accesibles, y al uso que le dieron los pueblos originarios. Ahí es donde se introduce el concepto de la etnobotánica, que estudia las relaciones entre los grupos humanos y su entorno vegetal, explicó Lubel.