Cuando se quiere usar el Estado para hacer negocios para unos pocos en lugar de dar respuestas a la población, pasan estas cosas como el fracaso de la licitación para la adquisición de ómnibus eléctricos que impulsaba el gobierno nacional.
Ante el negociado que se quería perpetrar, nosotros presentamos el año pasado un pedido de informes que llegó hasta el recinto. También planteamos el tema ante la Jefatura de Gabinete de ministros en cada oportunidad que tuvimos, pero nunca logramos que nos den respuestas.
Ahora, parece que desde el propio gobierno hubo quienes advirtieron del escándalo y resolvieron parar todo. Lo que lamentablemente ya no se puede evitar es el papelón internacional por la desprolijidad, por las marchas y contramarchas.
Primero, habían ideado una licitación internacional por doscientas unidades de estos ómnibus, que valen unos 800 mil dólares cada uno y que, además, la energía que necesitan para moverse hoy es mucho más cara que la de los combustibles fósiles. Es por esto que todavía no hay en el mundo un solo antecedente de una compra de la magnitud que pretendía el gobierno de Macri.
Al mismo tiempo, en la adquisición prevista no había ningún tipo de transferencia de tecnología, de previsión de desarrollo a futuro con sentido nacional. Lo único que se hubiera generado habría sido más perjuicio para la industria y el trabajo argentinos.
Llamamos una vez más a Mauricio Macri a hacerse cargo de gobernar, dar respuestas, trabajar para mejorar la calidad de vida de la gente. Eso fue lo que prometieron en la campaña electoral, no ponerse a armar grandes curros para algunos vivos.
Marcos Cleri, diputado nacional FPV‑PJ