Natalie Portman tenía 19 años cuando estrenó Closer, película en la que protagonizó una escena en un club de striptease. Pese a la dificultad de la secuencia, la actriz destacó el comportamiento del director, Mike Nichols, al que calificó como “verdadero feminista” y “el único hombre mayor que me guió sin ser un baboso”.
Portman charló con Mark Harris, autor del libro Mike Nichols, A Life. “Tenía diecinueve años y no había hecho nada de lo que tenía que investigar. Veía a Philip Seymour Hoffman escribir pregunta tras pregunta en su cuaderno, y Meryl Streep inventaba canciones para cantar y las guardaba en su bolsillo en caso de que su personaje de repente quisiera empezar a cantar”, recordó la actriz.
La intérprete temía no estar haciendo bien su trabajo y recurrió a Nichols, y descubrió que no solo era un director sensible, sino también “el único hombre mayor que me guió sin ser un baboso”.
“Creo que era un verdadero feminista genuino. No había nada más, excepto el hecho de que él te veía como un ser humano creativo, interesante y talentoso. Es la cualidad más rara, y no muchos directores de su generación la tenían”, añadió.
El realizador fue cuidadoso y protector con Portman, particularmente en la secuencia del club de striptease. “Quería ver mi trasero desnudo incluso menos que mi padre”, dijo Portman en ese momento.
“Nichols se aseguró de que Portman se sintiera cómoda con los ángulos, el vestuario y el movimiento, y la acompañó a través de la escena hasta que se sintió lista”, relata el libro.
Las declaraciones de Portman tienen lugar luego de que la actriz denunciara, hace dos meses, el sistema perverso en el que se vio envuelta desde chica y el trauma que eso le ocasionó. A los 39 años la actriz nacida en Israel y estadounidense por adopción declaró en una entrevista que sus primeros papeles "de Lolita" le arrebataron su propia sexualidad.
Fue durante su aparición en el podcast The Armchair Expert que la actriz ganadora de un Oscar habló largo y tendido sobre sus inicios en Hollywood con tan solo 12 años. “Ser sexualizada desde niña, creo que me quitó mi propia sexualidad", confesó la también productora, directora y psicóloga. Dijo que estaba "definitivamente consciente” del hecho de que la retrataran como a una Lolita. Aquellos primeros papeles “significaron que desarrollara miedo al sexo”.
La protagonista de El cisne negro , por la que en menos de dos semanas se van a cumplir diez años de su único Oscar, contó también durante la entrevista que "levantó barreras" para protegerse. "Mucha gente tenía la impresión de que yo era superseria y conservadora y me di cuenta de que era algo que yo cultivaba conscientemente porque siempre era para hacerme sentir más segura".
"La única forma en que podía sentirme segura era diciendo: ‘Soy conservadora y hablo en serio, y debes respetarme, y soy inteligente y no me mires de esa manera", agregó.
Portman, que de hecho rechazó el papel principal en la película Lolita, de Adrian Lyne, ya había hecho fuertes declaraciones en 2007: "De pequeña, me convertí en el sueño de los pedófilos. Ese acoso influyó mucho en mis decisiones profesionales porque estaba asustada de la imagen que podía proyectar", aseguró.