Lanús venció el lunes por la noche a Independiente por 1 a 0 en Avelleneda y frustró la presentación de Julio César Falcioni en el banco del Rojo. El equipo de Luis Zubeldía fue muy superior, sobre todo en la segunda parte, donde consiguió la ventaja a través de Guillermo Burdisso, quien cumplió con doble axioma: la ley del ex y la que dice que dos cabezazos en el área terminan en gol, ya que previamente había cabeceado Nicolás Orsini.

El Emperador no quiso arriesgar en su presentación y plantó una línea de cinco defensores para medirse con el último subcampeón de la Copa Sudamericana. La ofensiva quedaba, así, a cargo de la improvisación del talentoso juvenil de 18 años Alan Velasco y la sabiduría goleadora de Silvio Romero. Resta decir que no sobraron ocasiones de peligro. La más clara fue con un centro pasado al que Pablo Hernández llegó con lo justo y definió desviado en la primera parte.


El Granate dominó física y tácticamente a Independiente, al que le costó mucho avanzar hacia el empate cuando se lo propuso, bien cerca del final del partido. Todo lo contrario por Lanús, que atacó aún en ventaja y mereció más.