Tras el fallecimiento del ex presidente Carlos Menem, el ypefiano Juan Nieva recordó que la privatización de YPF generó miles de desocupados en General Mosconi, dejando al departamento San Martín sumergido en la pauperización y el desempleo, una situación de crisis de la que todavía no se ha recuperado. Asimismo, el Sindicato de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones no adhirió al duelo nacional por "ser (Menem) el principal responsable de la desaparición" de la empresa Encotel, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo.
Nieva recordó a las cinco víctimas de la represión en las protestas piqueteras al finalizar el segundo mandato de Menem, precisamente como reacción a la crisis económica, que tuvo su eclosión en 2000 y 2001 ya durante la gestión presidencial de Fernando De La Rúa. Primero murieron Orlando Justiniano y Alejandro Gómez, en cuyo caso se adujo que fue en un siniestro vial, aunque familiares de las víctimas denunciaron desde un primer momento que fue un crimen cometido por la Policía; luego siguió el asesinato de Anibal Verón en una protesta y después fallecieron Oscar Barrios y Carlos Santillán, reprimidos por Gendarmería Nacional.
El pueblo de General Enrique Mosconi se ubica en el departamento de General San Martín, a 10 kilómetros de la ciudad de Tartagal y a 300 de la capital provincial. En la región se encuentra la Cuenca Noroeste, segunda reserva de gas del país y rica en petróleo. La localidad tuvo un desarrollo demográfico, económico y urbano por la expansión de la actividad productiva de YPF a partir de la década de 1920, y lleva el nombre de quien propició que el pétroleo estuviera en manos estatales. Cuando se produjo la privatización, en los 90, los años prósperos que vivió la clase trabajadora de la zona se terminaron.
En 1991 trabajaban 56 mil obreros y empleados en las distintas plantas de YPF en el país, con la privatización fueron reducidos a 5.500. "Más de 36 mil trabajadores quedamos prácticamente en la calle, nos indemnizaron pero eso fue para sobrevivir, no pudimos emprender nada. No nos dieron la oportunidad que les dieron a las grandes empresas", recordó Nieva, uno de los líderes de las protestas de los 90 y el 2000. Sostuvo que en Mosconi hubo alrededor de 3.500 despidos y 800 de la planta administrativa de Salta Capital y de Chachapoyas (en la misma ciudad). También se vieron afectados a quienes tenían trabajo indirecto mediante la prestación de servicios.
Nieva recordó que las empresas privadas redujeron "al mínimo todo". Gran parte de las personas despedidas tenían 40 años o más, "quedamos viejos para trabajar y jóvenes para jubilarnos". También señaló que tenían hijos e hijas estudiando en el secundario o en el nivel superior y que "quedaron a la mitad con sus estudios", porque "había que apechugar todo. Lo padecimos en carne propia". En todo esto "incidió la política nefasta de Menem", aseveró. Destacó que en las pobladas del 94, 95 y 96, las mujeres tuvieron un protagonismo importante. También detalló que en YPF trabajaban muchas mujeres, hijas de ypefianos que quedaron desocupadas. "La empresa debería volver a manos del Estado", expresó.
Mientras la empresa fue estatal "fue una época muy buena, tuvimos uno de los hospitales modelo en Campamento Vespucio", pero con la privatización "lo dejaron abandonado", lamentó. Dijo que antes de la enajenación se instaló el discurso de que YPF daba pérdidas; "la endeudaron los que estaban al frente de la empresa, ex profeso" para privatizarla, aseguró. En su visión, las condiciones para pasarla a manos privadas se preparaban desde la dictadura militar iniciada en 1976, habría continuado con el gobierno radical en 1983 y fue ejecutada con Menem en los 90.
Se destrozó "todo lo que fue bienestar para el pueblo, para el lugar", donde habían conseguido casas para que vivan "médicos, ingenieros, trabajadores, tenían los servicios gratis". En cambio, "hoy el departamento San Martín tiene mucha pobreza, indigencia, por una política que no sirvió para el pueblo argentino". La política de Menem consistió en sacarle todo al pueblo para entregarlo a las grandes multinacionales, añadió Nieva.
El ex director de producción de YPF, Néstor Novillo, había señalado en 1992 que "La empresa llevó progreso a todas las regiones de la Argentina". Puso como ejemplo la localidad de Aguaray: "Antes era menos que un pueblito (…). Poquísimo tiempo después habitó el lugar una población importante, con sus escuelas, su hotel y hasta un lugar dedicado a la proyección de películas. Todo gracias a YPF. En Aguaray vivía el personal que trabajaba en los pozos de Campo Durán".
En junio de 1952 la explotación en Aguaray dio resultados positivos en el Pozo Campo Durán 06. A raíz de otras perforaciones positivas se construyó la Destilería de Campo Durán, donde se destilaron subproductos: gasoil, fueloil, nafta y kerosene. Durante los 90 también se privatizó eso.
En Mosconi los despedidos de YPF se organizaron en la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD), que además de protagonizar las protestas piqueteras, consiguió luego planes sociales y desarrolla proyectos en el marco de la economía popular y respeto al medio ambiente. En Capital se creó en 2019 la Asociación de Hijos y Nietos ypefianos, de la que forma parte Nieva, donde brindan capacitaciones sobre los saberes adquiridos como trabajadores de YPF, promueven la "defensa de los recursos naturales" y continúan creando "conciencia" y luchando por sus reinvidicaciones ya históricas.
Tras las protestas piqueteras, y el agravamiento de las condiciones sociales, Nieva consideró que la convulsión social comenzó a bajar en 2003 durante el gobierno de Néstor Kirchner, "que por lo menos alivió un poco con el asistencialismo, que es lo que queda hasta la fecha . No podemos avizorar nada más, la gente está cada vez peor".
Por todo esto, para Nieva, los que pueden condolerse con la muerte de Menem u homenajearlo, son "los pocos que se beneficiaron" con su gobierno neoliberal que buscó "sacarle todo a los pobres para entregárselo a los ricos". También calificó al entonces gobernador y actual senador nacional Juan Carlos Romero de ser "un cipayo". Respecto al intendente Isidro Ruarte, dijo que "responde a las políticas neoliberales del Partido Renovador, es lo mismo que Menem, o (Mauricio) Macri. Ellos no se fijan en la problemática social".
Por otro lado, recordó que Menem también dejó una deuda con el FMI que pagan los jubilados y la clase trabajadora.
Sin duelo
El Sindicato de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones (Sitracyt) decidió no adherir al duelo nacional por la muerte de Menem porque lo consideran "el principal responsable de la desaparición de nuestra empresa Encotel, donde se perdieron cientos de miles de puestos de trabajo, la desaparición de la flota de automotor, talleres mecánicos y de carpintería, en Salta se cerraron 344 estafetas y oficinas", manifestó el comunicado del sindicato.
El secretario general, Julio Reifenberg, recordó el ajuste que sufrieron como empleados y empleadas del correo. "En Capital teníamos 18 estafetas, de manera que no se concentraba tanta gente en un solo local. Se hacían todos los servicios que se hacen en el Correo central. Las cerraron. También en el interior, donde había oficinas importantes como las del Valle de Lerma, La Merced, Coronel Moldes, Cachi, Guachipas, donde todo ciudadano tiene derecho a estar comunicado con el resto del mundo", sostuvo. Detalló que "se perdieron muchos puestos de trabajo, llegamos a tener 1.500 trabajadores, cuando se privatiza quedamos 250. Les dieron un retiro voluntario, que en realidad era obligatorio".
"Nos engañaron con las acciones que nos prometieron de la propiedad participada (PPP), nos decían que ya no íbamos a ser empleados sino accionistas de la empresa, que al finalizar el balance, si la empresa daba ganancias nos las iban a repartir entre los trabajadores según la antigüedad. Fue algo nefasto Menem", añadió. La privatización del Correo se hizo entre 1993 y 1995. Reifenberg recordó que desde el Sindicato presentaron un recurso de amparo que les fue rechazado por el juez federal Miguel Medina, "ultramenemista". "En base a la lucha estamos tratando de recuperar el espacio perdido, no nos regala nada nadie, somos el gremio que más luchó contra la privatización, presentamos un recurso de amparo, en el resto de la provincia nadie hizo eso", dijo.
Reifenberg contó que sufrió persecuciones políticas por su rol como gremialista durante el gobierno de Romero.
"Vimos con beneplácito lo que Río Tercero (en Córdoba) se animó a decir. Menem ha destrozado el país. Nos dejó sin ferrocarril, herramienta fundamental para apuntar la economía regional. El atraso que tenemos ahora es tremendo. La miseria que vive el país es por la privatización. Más de 60 empresas han desaparecido o siguen en manos privadas", sostuvo. Si bien se reestatizó el Correo Argentino durante el gobierno de Kirchner, para el referente no fue tan así porque todavía "intentamos reabrir muchas oficinas de Salta que cerraron, nos dijeron que da pérdidas cuando esto antes no ocurría".