El rapero español Pablo Hasel fue detenido este martes por la policía, tras atrincherarse en la Universidad de Lérida. El artista había sido condenado a prisión por sus tuits y canciones contra la monarquía y las fuerzas de seguridad. Distintas organizaciones, entre las que está Amnistía Internacional, han manifestado su apoyo a Hasel y afirman que se trata de un caso de censura.
"¡No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar!", gritó el rapero, mientras la policía lo escoltaba fuera de la casa de estudios ubicada en Cataluña, donde se había encerrado ayer con una decenas de activistas.
"Muerte al Estado fascista", vociferó, antes de que los Mossos d'Esquadra (policía regional) lo hicieran entrar al vehículo policial, entre abucheos de seguidores que protestaban en esta ciudad, situada 150 kilómetros al oeste de Barcelona.
La detención ocurrió cuatro días después de que terminara el plazo que le dio la Audiencia Nacional, un alto tribunal con sede en Madrid, para entrar voluntariamente en la cárcel a cumplir la condena de nueve meses por "enaltecimiento del terrorismo" e "injurias a la corona".
Horas antes de su detención, Hasel publicó “los tuits por los que van a encarcelarme en unos minutos u horas”. “Literalmente por explicar la realidad. Mañana puedes ser tú”, advirtió el artista. El rapero criticó a la monarquía, llamaba "mercenarios de mierda" a las fuerzas policiales y las acusó de torturar y asesinar a manifestantes e inmigrantes.
Hasel también publicó un comunicado de prensa en el que reafirmó la importancia de reclamar de forma masiva por la libertad de expresión. “No voy a ser el único preso político, las cárceles del Estado están llenas de revolucionarios que nos han representado luchando por sus derechos y libertades democráticas. De hecho, parte de mi condena es por explicarlo y ser solidario con estos”, advirtió.
Hasel ha recibido apoyo desde ámbitos como el intelectual, cultural, artístico y periodístico, con manifiestos firmados, entre otros, por el reconocido cineasta Pedro Almodóvar o el cantante Joan Manuel Serrat, mientras que organizaciones como Amnistía Internacional (AI) consideraron injusto y desproporcionado el encarcelamiento.
Esteban Beltrán, portavoz Amnistía Internacional, señaló que “en España hay amenazas a la libertad de expresión”. “El derecho internacional marca límites claros a la libertad de expresión, los que llevan a la posible comisión directa de delito. Y en España no responde a las leyes internacionales”, dijo en una entrevista con medios locales.
Ante el escándalo, el Gobierno del socialista Pedro Sánchez prometió la semana pasada que plantearía "una revisión de los delitos relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión", con el objetivo de que se impongan penas "disuasorias" y no de cárcel.
Hasel, de 33 años, es uno de los 15 artistas españoles que en los últimos años fueron víctimas de censura en España, donde el anterior Gobierno conservador de Mariano Rajoy endureció las leyes y avaló una aplicación dura del Código Penal para intimidar a la disidencia política en un contexto de creciente malestar social.