El gobierno autónomo palestino envió este miércoles el primer cargamento de vacunas contra el coronavirus a la Franja de Gaza, dos días después de acusar a Israel de impedir hacerlo por objeciones de algunos legisladores de ese país.
La ministra de Salud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mai Alkaila, señaló en un comunicado que la ANP envió 2.000 dosis de la vacuna Sputnik V donadas por Rusia al bloqueado y empobrecido territorio costero controlado por el movimiento islamista Hamas.
Un oficial del Ejército israelí indicó a medios locales que las autoridades de Israel, que mantienen bloqueada la región, aprobaron el envío, y que “no está en el interés de Israel una crisis de salud en Gaza”.
La Franja de Gaza, que posee 2 millones de palestinos y es uno de los territorios de mayor densidad de población del mundo, se encuentra bajo doble bloqueo israelí y egipcio desde que Hamas tomó su control en 2017 y expulsó a Cisjordania a las fuerzas y funcionarios de la ANP.
A esta región se le suma la continua propagación del coronavirus. El Ministerio de Salud de Gaza reportó recientemente más de 53.000 infectados y 538 muertes desde el inicio de la pandemia.
En tanto, en Cisjordania, el Ministerio de Salud de la ANP registra más de 115.700 casos y 1.400 fallecimientos.
Ante esta situación, los legisladores israelíes llegaron a debatir sobre si deberían permitir el ingreso de las vacunas en Gaza. Algunos incluso sostuvieron que la entrega tendría que vincularse a progresos en la liberación de dos israelíes a los que Hamas mantiene cautivos y la devolución de los cuerpos de dos soldados israelíes muertos en una ofensiva militar contra el grupo en Gaza en 2014.
Las vacunas donadas por Rusia, que requieren dos dosis para una inmunización completa, servirán para vacunar a 1.000 personas, mientras que una campaña más amplia podría tomar varios meses.
Si bien la ANP afirmó que las primeras dosis serán para el personal de salud de primera línea, el Ministerio de Salud de Gaza aseguró que serán aplicadas en dos fases, primero a personas vulnerables y después a médicos y enfermeros.
En tanto, Israel se encuentra llevando a cabo una de las campañas de vacunación contra el coronavirus más exitosas del mundo, ya que llegó a inmunizar a más de la tercera parte de sus 9,3 millones de ciudadanos desde diciembre.
Israel capturó Cisjordania en una guerra en 1967, y los palestinos reclaman el territorio para que sea corazón del futuro Estado que aspiran a formar allí y en Gaza, con capital en el sector oriental de Jerusalén, que es de mayoría árabe.
Varios grupos de derechos humanos manifestaron que, como potencia ocupante de Palestina, Israel está obligado a compartir sus vacunas con los palestinos. Sin embargo, Israel niega tener tal obligación y asevera que su prioridad son sus propios ciudadanos, el 20% de los cuales son palestinos.
La ANP puntualizó que no pidió públicamente vacunas a Israel y que se garantizó su propio suministro de 10.000 dosis de la Sputnik V a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de acuerdos con laboratorios.
A pesar de esto, Israel proveyó a la ANP de 2.000 dosis de la vacuna de Moderna a principios de mes, lo que le permitió a los palestinos empezar a inmunizar a su personal médico.
En los próximos días, los palestinos también recibirán 50.000 dosis gracias al mecanismo Covax, creado por la OMS para que los países con menos recursos también puedan recibir vacunas.