La Sociedad Rural de Rosario (SRR) emitió ayer un comunicado en el que critica la política tributaria del gobierno de Mauricio Macri y solicitó un ajuste fiscal. “La suba de los combustibles, tarifas, insumos y logística lleva el aumento de los costos para el campo hasta niveles insostenibles”, indicó la entidad. Para justificar su pedido de ajuste, advierte que el precio internacional de la soja está en su nivel más bajo de los últimos doce meses. Sin embargo, en una encuesta reciente realizada por Aacrea la mitad de las empresas del agro remarcaron que están mejor que hace un año debido al impacto que generó la devaluación y la quita de las retenciones.
El sector agropecuario vinculado a los principales cultivos en la zona núcleo fue uno de los principales beneficiarios del primer año de gestión de Cambiemos. El Gobierno, apenas asumió, provocó una devaluación del 50 por ciento y la eliminación de retenciones (reducción en cinco puntos porcentuales para la soja). El año pasado, el sector agropecuario pagó 67.180 millones de pesos en retenciones. Si no se hubieran anunciado cambios, el complejo hubiera tenido que afrontar el pago de 115.195 millones de pesos. De modo que esa medida implicó una transferencia de recursos desde el conjunto de la ciudadanía hacia los empresarios del agro de 48.015 millones de pesos en el año, calculó el CEPA.
Hace un año, la Sociedad Rural (SRA) festejaba en Palermo sus 150 años de historia en medio de la luna de miel con el Gobierno. “Con estas reglas de juego, la producción va a poder seguir expresando su potencial. En la próxima campaña, va a aumentar sensiblemente la siembra. Que nos estén acompañando autoridades nacionales, provinciales y municipales revela un cambio para el sector y nos motiva a seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: producir alimentos”, decía Luis Etchevehere, titular de la SRA.
Sin embargo, la relación entre el campo y el Gobierno se puso más tensa. “El problema principal que perjudica al extremo al campo y lesiona al conjunto social es que estamos sometidos a una irracional carga impositiva tanto municipal, provincial como nacional. Es necesario promover una reducción real de la carga impositiva global, en particular de la discriminatoria como el impuesto inmobiliario, de manera de recuperar la competitividad perdida”, planteó ayer la Sociedad Rural de Rosario. “Exigimos a todo el sector político que se comprometa a reducir su enorme gasto corriente improductivo, ya que es el único sector de esta sociedad que no ha hecho esfuerzo alguno en eliminar erogaciones superfluas, cargando dicho peso sobre las espaldas de los contribuyentes”, agrega el comunicado de la entidad, que a nivel nacional forma parte de Confederaciones Rurales Argentinas. “El Estado percibe con impuestos 66,2 por ciento de la venta agrícola en promedio. La soja es hoy la más perjudicada por la ecuación, con el 71 por ciento que va al Estado. Para el maíz, el porcentaje se ubica en 45,4 por ciento; para el trigo, en 68,7 por ciento y en el caso del girasol asciende al 51 por ciento”, criticó la SRR.
Una serie de factores explican el descontento del agro. En primer lugar, el precio de la soja para mayo está en 345,12 dólares en el mercado de Chicago, su valor más bajo de los últimos 12 meses. A eso se suma la apreciación del tipo de cambio real en relación al año pasado, mientras que las intensas lluvias de las últimas semanas complicaron los cultivos.
Pero más allá de las quejas de las entidades del agro, el sector fue favorecido por el Gobierno y su situación no tiene punto de comparación con segmentos pyme de la manufactura local. Según la última encuesta que confeccionó el mes pasado la entidad del agro Aacrea, el 50 por ciento de las empresas del agro manifiesta que la situación económica de sus empresas es mejor que hace un año. El 57 por ciento de las empresas agropecuarias consideran que los tiempos actuales son favorables y el 58 por ciento indican que actualmente es un buen momento para realizar inversiones.