Desde Quito
No habrá recuento de votos en Ecuador. Así lo anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE) el martes en la noche en otra sesión que trajo más preguntas que certezas sobre el poder electoral. La decisión de no abrir las actas electorales se dio por la falta de acuerdo: dos integrantes del CNE votaron a favor, uno en contra, otro se abstuvo, y uno abandonó la sala que, cerca de las once de la noche estaba semi-vacía, lo que motivó la suspensión de la sesión.
El anuncio fue un nuevo cambio de escenario en un contexto marcado por sucesivos giros: de un acuerdo el pasado viernes entre Guillermo Lasso y Yaku Pérez, segundo y tercero respectivamente, para realizar el recuento del 100% de los votos en la provincia de Guayas y 50% en 16 otras provincias, a una disputa por los términos del acuerdo y acusaciones mutuas de intento de fraude, a la decisión del martes en la noche.
Así, finalmente, deberá ocurrir lo previsto inicialmente, es decir, que el CNE anuncie los resultados de las elecciones del siete de febrero, donde Andrés Arauz ganó con 32.72% de los votos, seguido de Lasso, con 19.74%, y Pérez, con 19.38%. Arauz, candidato por la revolución ciudadana, había expresado acerca del recuento su “defensa en el marco de la ley”, así como su advertencia para que no sea usado “como excusa para modificar el calendario electoral ni para prorrogar el gobierno de Moreno”.
La decisión tomada por el CNE fue rechazada por Pérez, quien reiteró el miércoles la existencia de “un fraude vergonzoso”. En una conferencia ofrecida en la sede del partido Pachakutik denunció la existencia de un “pacto satánico” entre Rafael Correa, Lasso, y Jaime Nebot - ex alcalde de Guayaquil y líder del Partido Social Cristiano aliado a Lasso en las presidenciales- que serían quienes habrían ordenado la decisión que tomó el poder electoral.
Pérez anunció a su vez que habrá una movilización de sectores del movimiento indígenas, como la Confederación de Pueblos de Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), cuyo brazo político es Pachakutik. Según el partido, la movilización debería iniciar este miércoles, para finalizar el día 23 en Quito. ¿Cuán cohesionada estará la dirigencia alrededor de esta convocatoria? ¿Cuánta fuerza logrará desplegar? Son algunas de las preguntas que, por el momento, no tienen respuestas definitivas en el marco de un movimiento indígena heterogéneo y con desacuerdos internos.
Las acciones también abarcarán el orden de lo legal, como, posiblemente, el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), como afirmó Pérez al anunciar que agotarán “todos los caminos legales”. Diana Atamaint, presidenta del CNE, explicó el martes en la noche que “una vez que se proclamen los resultados oficialmente y se cierre el escrutinio, los candidatos o las organizaciones políticas tienen posibilidad legal de interponer impugnaciones ante el CNE e incluso apelaciones ante el TCE”.
Las posibilidades de cambiar los resultados electorales parecen, sin embargo, reducirse para Pérez. El candidato de Pachakutik sostuvo, además, que no apoyará a Lasso en una segunda vuelta: “ni sueñen que vamos a apoyar a la delincuencia organizada de Lasso, ni sueñen que para evitar que Correa al Ecuador tengamos que apoyar al feriado bancario y la corrupción del señor Lasso”.
Esta situación de disputa y resultados confirmados por el CNE significaría un escenario favorable para la candidatura de Arauz en la segunda vuelta, debido a la dificultad para que tome forma una alianza anti-correísta encabezada por Lasso, Pérez y Xavier Hervas, candidato de Izquierda Democrática, cuarto en las elecciones, que había propuesta conformar ese acuerdo.
Arauz, con un tercio de los votos obtenidos el pasado siete de febrero, estuvo en los últimos días en Estados Unidos, donde realizó actividades junto a la comunidad migrante ecuatoriana en el país, así como reuniones con diferentes actores políticos, mediáticos y económicos. Guillaume Long, ex canciller, quien lo acompañó, afirmó el miércoles desde Washington:
“Tenemos algunos canales no oficiales, porque todavía Andrés no es presidente electo, pero ya ven que es el próximo ganador de las elecciones, entonces hay una serie de actores que quieren hablar con él en Washington, afortunadamente la administración Biden está con una muy buena actitud, con respeto mutuo se va a poder avanzar con la administración, es evidentemente más fácil que con la administración Trump que tuvo mucha cercanía con Lenín Moreno”.
Entre los puntos centrales de la agenda en EE.UU. estuvo la reunión en la sede del Fondo Monetario Internacional. Arauz, al respecto, afirmó en una entrevista: “vamos a discutir el programa que está actualmente operando, no pueden continuar esas condiciones leoninas, que están afectando al bolsillo de los ecuatorianos, tiene que haber mucha más flexibilidad para que el país salga adelante (…) no podemos aceptar un aumento del IVA, un recorte tan brutal en el gasto público, no vamos a aceptar que sigan saliendo los dólares de la economía.”
Los próximos días estarán marcados por el anuncio de los resultados por parte del CNE -luego de casi dos semanas de la votación-, los intentos de Pérez por revertir un escenario que parece cerrarse a sus intentos de maniobra de última hora, el regreso de Arauz a Ecuador y las amenazas contra su candidatura siempre latentes, en el marco de una elección que transcurre bajo el intento, vía diferentes caminos, de impedir un nuevo gobierno de la revolución ciudadana.