Matías Ezequiel Martínez, detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo, enfrentó este jueves el juicio por la causa en la que está acusado por "lesiones leves y amenazas calificadas" contra una de sus ex parejas, Belén Miranda, quien lo denunció por violencia de género en 2017. La fiscal Fernánda Sánchez, a cargo del proceso, pidió una condena de cuatro años de cumplimiento efectivo.
La audiencia se llevó a cabo de forma presencial en el Juzgado Correccional N°1 de Junin y contó con la declaración de la denunciante. "Me saqué esa gran mochila que llevaba durante 4 años", expresó la mujer, quien se había reunido con Úrsula antes de que fuera asesinada. Según señaló a este diario el fiscal Sergio Terrón, que investiga la causa por el femicidio de Bahillo, el proceso "va perfilando judicialmente quién era Martínez, ya desde antes del crimen".
Al finalizar el juicio, Miranda señaló que "si la justicia hubiera actuado antes, nada de esto estaría pasando". Según informaron a Página/12 fuentes judiciales de la Fiscalía, la resolución del Juzgado, a cargo del magistrado Héctor Alberto Barbera, se espera para el próximo lunes. Durante el juicio, la denunciante relató los acontecimientos sucedidos en 2017, cuando Martínez, efectivo de la Policía bonaerense, la agredió físicamente y la amenazó con un arma, ante lo cual el acusado reconoció la culpabilidad de los hechos. De esa manera, la defensa estuvo de acuerdo con el pedido de la fiscal Sánchez. "Mi momento llegó y se hizo justicia, tarde, pero ya está", escribió la denunciante en sus redes sociales.
El hecho por el cual Martínez fue juzgado este jueves ocurrió hace cuatro años, cuando Miranda y él eran pareja. Según relató la mujer luego de enterarse del femicidio de Úrsula Bahillo, quien también había denunciado al agresor en distintas oportunidades, "una sola vez me agredió fisicamente y fue lo peor que pasé en mi vida". El episodio ocurrió en la localidad de Rojas, cuando el hombre llegó a la casa de Miranda y se quejó porque uno de los hijos se había hecho pis en la cama. Cuando ella le dijo que se fuera, "él empezó a gritar", la agarró del cuello y la sujetó contra la pared. Cuando ella cayó al suelo, él sacó el arma y amenazó con matarla.
"Mis hijos fueron testigos de todo lo que pasó, y cuando intenté agarrar el celular, me pegó una trompada", relató la denunciante, que tenía agendada la fecha de juicio desde antes del femicidio de Bahillo. En los chats que intercambiaron sobre el tema, Úrsula le deseaba a Belén "que salga todo bien el 18" y le proponía juntarse, "así nos despejamos de toda la mierda esta". La conversación es del 5 de febrero, tres días antes de que Martínez atacara a Úrsula, a quien asesinó a puñaladas en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas. "Tengo la plena conciencia de que podría haberme pasado a mí, y también sé que le puede pasar a cualquier mujer, pero no estamos solas", escribió Belén Miranda en una carta que dedicó a la víctima.
Miranda, que aquel día pudo escapar de Martínez, lo denunció y advirtió que sus compañeros, efectivos de la Policía bonaerense, "lo resguardaron" cuando ella hizo la denuncia. "Verlo fue algo que no se me borra nunca más en la vida, pero junté coraje y lo miré a la cara", señaló la mujer y reclamó que el agresor "pague por los daños que causó".
Martínez está detenido en la Alcaidía Penitenciaria de Junín, imputado por el delito de "femicidio agravado por alevosía y ensañamiento" contra Úrsula Bahillo, quien lo había denunciado en varias oportunidades por amenazas y violencia de género. El policía, que contaba con una licencia psiquiátrica, tenía una medida de restricción perimetral hacia ella, que había violado dos días antes de atacarla. El crimen, que provocó una gran indignación en la sociedad, desencadenó una multitudinaria marcha el 17 de febrero, que se llevó a cabo en simultáneo en distintas ciudades del país, en la que cientos de mujeres volvieron a gritar "ni una menos" y a pedir "justicia" por las víctimas de femicidios.
"Vamos a tener una primera condena, que suma porque no deja de ser una respuesta ante la violencia que sufrieron" tanto Belén como Úrsula, señaló a Página/12 el fiscal Terrón, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°5 de Junin, y aclaró que "el pedido de condena no puede modificarse porque es perpetua, que es la más grave que existe". Es decir que, si el juez Barbera confirma la pena de cuatro años, esa condena se unificaría con la sentencia a prisión perpetua, que pedirá Terrón por el femicidio.
Según el fiscal, el pedido de elevación a juicio "podría estar en los próximos 30 días", si finalizan con la recolección y evaluación de la prueba. Este jueves se le tomó una muestra de sangre a Martínez, para cotejar su ADN con las muestras encontradas en las prendas de la víctima. Además, el fiscal espera el resultado del peritaje informático de los celulares hallados en el lugar del crimen, "que nos va a revelar si hubo amenazas ese día".
Informe: Lorena Bermejo.