Serán más de 30 músicos en escena, con invitados especiales y una banda sorpresa. Además, Vjs, Djs y presentadores. Una reunión de música que es un desafío por el tiempo límite con el que se organiza, pero expresión misma de la dinámica y las ganas de quienes lo impulsan. El AnfiMUG tendrá lugar hoy a las 19.30 en el Anfiteatro Humberto de Nito, con organización del Movimiento Unión Groove (MUG). Las entradas prevén la conformación de burbujas de 2, 4 y 6 personas.

El festejo tiene su antecedente en FestiMUG, realizado en 2019, pero ahora la propuesta se reversiona (detalles más adelante). Si bien la pandemia lo alteró todo, lo que se mantuvo imperturbable es la tarea del MUG en la consolidación de los derechos de las y los músicos, para el establecimiento de pautas comunes que valoren como corresponde su desempeño. “Tenemos alrededor de tres años de trabajo colectivo. Lo que primero nos aunó es el hecho de compartir experiencias entre músiques de las distintas bandas, y notar cómo recibíamos una misma propuesta, ya sea por parte del estado o de productores privados, en donde se tanteaba quién cobraba menos o cosas así. De esta manera, acordamos algunas condiciones básicas para hacer nuestro trabajo, como en relación al escenario y las condiciones técnicas, y un pago o salario mínimo para que los productores o el estado decidieran qué banda les interesaba antes que la que cobraba más barato”, refiere a Rosario/12 Ani Books, música e integrante del MUG.

“Empezamos a formarnos sobre nuestros derechos y responsabilidades como trabajadores, en términos de los derechos de autoría y la inscripción a todos los entes cooperativos que existen en la música. Antes, la discográfica, el productor fonográfico, el compositor, el arreglador o el intérprete, eran distintos actores dentro de la industria musical. Ahora, con el avance de la industria de la música independiente y autogestiva, en nuestro rol de músiques también incluimos el de productor fonográfico, intérprete y gestor. Son muchos los organismos que representan esos ingresos, hay que aprender a reconocerlos y anotarse. Y también, no solamente atender a las exigencias del profesionalismo para el afuera, sino a lo que tiene que ver con las responsabilidades de profesionalizarse. Acompañarnos en este camino fue clave”, continúa la música.

La toma de consciencia de los derechos y responsabilidades incidió en una camaradería que no tardó en evidenciar su potencial con la organización del FestiMUG: “Nosotros hicimos el primer FestiMUG, y nos salió muy bien porque tenemos un camino recorrido, en lo que significa gestionar nuestros propios eventos, alquilar el salón, poner la barra, y hacernos cargo de todas esas otras instancias, además de tocar. Este espacio potencia esas capacidades y permite que compartamos las experiencias para ser todes un poquito mejor. El colectivo agrupa a 12 bandas –entre ellas: Budajipis, Calíope, Chokenbici, Cortito & Funky, Ex empleades de la NASA, Grooving Bohemia, Kunyaza, Huracanades, Latelonius– pero también hay músicos independientes, no agrupados en otra banda, técnicos y activistas culturales. Todo el desarrollo de nuestro trabajo nos fue comunicando con otros actores y así fuimos incorporando a otros compañeres”, señala Books.

En cuanto al AnfiMUG, en su realización intervienen particularidades que serán llamativas para quienes asistan, y que la artista relata: “Este viernes vamos a presentar una orquesta propia del MUG. Van a ser dos equipos de músiques de distintas bandas tocando juntos, haciendo temas del repertorio de las bandas que conformamos el movimiento. Es un esfuerzo gestivo a todo vapor. Solemos organizarnos con comisiones y distribuir el trabajo, pero hay compañeras y compañeros por todas las áreas haciendo su gestión. Recibimos la propuesta de utilizar el espacio hace no más de 10 días (risas), así que fue toda una decisión que tomamos la de llevarlo adelante. Todos los que estamos implicados asumimos la decisión con toda la gana y garra, para que salga lo mejor posible”.

Desde ya, lograr una convocatoria en 10 días es un trabajo extra, que seguramente dejará extenuados a los artífices. Según Books, “por una parte está muy bueno que podamos acceder al espacio, pero la verdad que las condiciones en que lo hacemos son muy estresantes. Estamos trabajando a destajo y es muy difícil para un colectivo autogestivo lograr la convocatoria sin toda la preparación seria que esto requiere. Pero claramente todo tiene un efecto positivo en lo que es la activación del colectivo en sí. La posibilidad concreta de un evento produce que el movimiento esté más activo. De hecho, esta idea de la orquesta propia es algo que teníamos pensado y ahora se nos dio la oportunidad. Hubiésemos preferido más tiempo, pero igualmente elegimos hacerlo”.