Este jueves comenzaron las audiencias del juicio contra el empresario Enrique Blaksley Señorans y otras 16 personas (algunas de ellas familiares suyos), por al estafa más grande que registra la historia argentina: 184 millones de pesos. 

Hay más de 300 ahorristas damnificados por la empresa Hope Funds S. A., y el acusado ha sido etiquetado como la versión argentina de Bernie Madoff.

Las audiencias del juicio se llevan adelante por Zoom, dadas las restricciones que impuso la pandemia de coronavirus. Está previsto que declaren más de cien testigos, con lo que el debate se puede extender casi dos años, dado que las audiencias serán solamente los jueves. 

La jueza María Servini envió a Blaksley a juicio el año pasado, tars el pedido de las fiscales María Alejandra Mangano y María Laura Roteta, esta última de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), quienes contaron con la colaboración de María del Carmen Chena, de la Dirección General de Recuperación de Activos y Decomiso de Bienes de la Procuración General de la Nación.

Blaksley, de 55 años, se encuentra alojado en la cárcel de Ezeiza. Servini lo considera coautor del delito de estafa reiterada en al menos 318 oportunidades en concurso ideal con captación de ahorros del público no autorizada, agravada por haber sido cometido mediante oferta pública.

A esto le sumaron cuatro hechos de lavado de activos, asociación ilícita, agravada por su carácter de jefe, y dos hechos de insolvencia fraudulenta, es decir, hacer desaparecer bienes de su patrimonio o disminuir su valor para evitar el cumplimiento de sus obligaciones.

Otros procesados

Además del empresario, se encuentran en el banquillo de los acusados su cuñado y gerente administrativo de Hope Funds, Federico Dolinkué; el encargado de formar las sociedades en el exterior, Alejandro Miguel Carozzino, y la gerenta comercial, su cuñada Verónica Vega.

También quedaron en la misma situación tres hermanos del empresario, Francisco, María Rita y Juan Pablo, a quienes la jueza les atribuyó los mismos delitos, excepto el haberse desprendido de sus bienes, y los consideró miembros de la asociación ilícita.

 Los otros acusados son Daniela Sarsa , Damián Gómez, Olga Masdeu, Felipe Badino, María D´Angelo, Rafael De la Torre Urizar, Alexis Dietl, Esteban Casco, Guillermo Müller  y Pablo Willa.

Servini dio por probado en la causa que "Blaksley, con la colaboración de Carozzino, Dolinkue y Vega montó una estructura empresarial compleja que se destinó tanto a la defraudación de privados, como del fisco nacional". 

La magistrada remarcó que la empresa "permitió la reinserción y puesta en circulación en el mercado financiero, dando apariencia de licitud al dinero mal habido". En el ínterin, "se creó una estructura por intermedio de la cual defraudó a un sinnúmero de personas por montos de dinero multimillonarios".

El escrito de la jueza agrega que "con las sumas dinerarias confiadas, amplió aún más esa estructura, mediante la inversión en diferentes emprendimientos y la creación de nuevas sociedades, muchas de las cuales eran y son solo cáscaras, es decir, sociedades con nombre y capital social, pero sin funcionamiento alguno".

De acuerdo con la investigación, la asociación ilícita, que operó entre 2007 y 2016, fue integrada por los ahora procesados, quienes desde su rol aportaron para que se produjera el desfalco, y también por alrededor de 60 sociedades comerciales, muchas de ellas constituidas en Estados Unidos y Panamá.

Un empresario exitoso

Blaksley es el mayor de quince hermanos de una familia tradicional. Comenzó como corredor de seguros en Zurich Argentina y fundó Hope Funds en 1989. Dos décadas más tarde se quedó con el 47 por ciento de Buenos Aires Design por 20 millones de dólares y luego compró el Hard Rock Café en 5 millones de dólares.  

En 2013 tuvo a su cargo la organización del partido exhibición de las tenistas Serena y Venus Williams en el Lawn Tennis Club y la carrera del velocista Usain Bolt en el Metrobus porteño contra un colectivo. El erario público porteño desembolsó cinco millones de pesos. Un año después llegaría el partido exhibición de Juan Martín del Potro y Roger Federer en Tigre.

Se llegó a sacar una foto con el Papa en el Vaticano y premió a los mejores vendedores de Hope Funds con cruceros en el Caribe y el Mediterráneo.

Madoff, el antecedente norteamericano 

Desde que cayó en desgracia, Enrique Blaskley Señorans es comparado, por la magnitud de la estafa que protagonizó, con Bernie Madoff. El asesor de inversiones de Wall Street creó un sistema piramidal que en dos décadas le permitió una estafa de 68 mil millones de dólares a grandes bancos, fondos de inversión, aseguradoras, ahorristas particulares y organizaciones de caridad. 

El caso estalló en diciembre de 2008, cuando apareció muerto por suicidio el fundador de uno de los fondos de inversión que gerenciaba Madoff, y cuyo dinero se había evaporado. 

El escándalo coincidió con el pico de la gran crisis financiera, en la que Wall Street, tras la quiebra de Lehman Brothers, no contaba con una buena imagen, con lo que Madoff acaparó la atención de la prensa y se convirtió en la figura a través de la cual el capital financiero podía limpiarse ante el mayor crack desde 1929.

Los afectados por la estafa accionaron contra Madoff y la Justicia lo condenó a perpetua en 2009. Madoff declaró que no se siente arrepentido de lo que hizo.