El concejal de San Lorenzo Marcelo Remondino acusó ayer al Arzobispado de Rosario por "falta de respuestas" ante una denuncia de abuso sexual que presentó contra el fraile Herminio Gaitán, un reconocido sacerdote del convento histórico de San Lorenzo. Según su testimonio, fue abusado por el sacerdote cuando tenía 5 años, pero como esos delitos prescriben a los 18 años de haber sido cometidos la Justicia no puede darle una respuesta 50 años después.

El edil sanlorencino rompió el silencio en el programa "Trascendental", de LT8, tras una denuncia presentada hace dos años ante el Arzobispado. Todo comenzó el 3 de febrero de 2019, cuando el fraile recibió una condecoración por su trayectoria como historiador sanmartiniano. "Ese día me di cuenta de que cuando mencionaban su extenso currículum faltaba el título de pedófilo", sentenció Remondino a partir del hecho perpetrado cuando tenía 5 años.

Sobre el traumático hecho, contó que Gaitán "abusó de mi con muchísima violencia cuando tenía 5 años y no fue poco tiempo. Los franciscanos tenían un campo en el que funcionaba un tambo en Villa La Ribera, a donde siempre íbamos porque mi madre era cursillista y pertenecíamos a esa comunidad. Un verano, Gaitán nos llevó a un grupo de niños al río, y mientras un grupo de chicos se metió al agua, él me retuvo en sus rodillas mientras me apretaba con su brazo", relató, visiblemente conmovido. Ese día, mientras mis compañeros jugaban, él abusó de mí”, recordó y agregó: “cuando volví a casa de mis abuelos, en donde yo vivía, conté lo sucedido pero el tema quedó ahí nomás. Desde entonces, siempre lo tuve conmigo, y con el tiempo, lo fui contando a mis íntimos”.

Remondino comentó que su madre y su abuela eran cursillistas de la iglesia de San Lorenzo Mártir y él formaba parte de un grupo extenso que compartía mucho tiempo en la iglesia y el convento. "El era un guía espiritual para nosotros. Pero después de mi revelación, hay gente que me llamó para contarme que le ha pasado exactamente lo mismo", exclamó.

Los años pasaron, Remondino hizo su vida familiar, laboral y profesional hasta el 3 de febrero de 2019. “Ese día le dieron a Gaitán un reconocimiento por su condición de historiador sanmartiniano y me di cuenta de que, cuando mencionaban su extenso currículum, faltaba el título de ‘pedófilo’”, expresó Remondino.

Aquel sentimiento de impotencia lo movilizó. “Me puse en contacto con el actual obispo de Orán, Fray Luis Antonio Scozzina -de quien soy amigo desde mi adolescencia- y me instruyó en cómo realizar la denuncia. Además, me contactó con el Arzobispado de Rosario”.

En ese punto, Marcelo Remondino aclaró que “también consulté con los abogados Adrián Ruiz y José Ferrara quienes me informaron que la acción penal ya prescribió. Lamentablemente, mi tiempo no fue el que marca la Justicia, sino ahora, a esta edad. Pero en el Derecho Canónico la causa no prescribe e hice una denuncia formal, bajo juramento, ante el Arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín. Ese día entregué la mochila que llevaba cargando desde hacía más de 50 años”, se sinceró el actual concejal.

Sin embargo, dijo que lo que más le duele pese a la condena social que pueda llegar a tener el párroco es la actitud del Arzobispado a la hora de investigar a fondo en la denuncia presentada contra Gaitán, muy conocido por su condición de historiador, al punto que se convirtió en uno de los principales cronistas de la Batalla de San Lorenzo. "Lo conté en el Arzobispado llorando como un niño y en mi psiquis me quedó esa imagen en blanco y negro; luego se lo conté a mi madre 50 años después", comentó.

En tal sentido, cuestionó: "Lo que más me molesta es la actitud del Arzobispado, por eso voy a luchar porque estos aberrantes y atroces delitos no pueden prescribir. A mí me tocó 50 años; otros, en cambio, se lo van a llevar a la tumba, pero la Justicia no puede decirnos cuál es nuestro tiempo cuando fuimos víctimas de abuso sexual infantil".

"No puede ser que el Arzobispado no haya seguido esta denuncia de abuso sexual infantil a un nene de 5 años. Porque tampoco creo que haya tenido tantas denuncias. Ese es mi gran dolor", concluyó.