Queremos hacer público lo que estamos viviendo a partir de un accidente ocurrido en el geriátrico en el cual se encuentra internada nuestra madre de 89 años, Cecilia Pesce. Ella se fracturó el hombro izquierdo en dos partes, según consta en la radiografía que se realizó en la institución geriátrica para evitar traslado y exposición al covid-19. 

Al confirmar las fracturas la llevamos el sábado 13 de febrero a Pami. Nos atendió el doctor Pablo Entrocasi y nos informa que médico traumatólogo no hay durante todo el fin de semana largo, extendiendo una orden urgente de atención traumatológica el primer día hábil pasado el fin de semana.

Al llegar el día 17 al Policlínico Pami I, donde estaba internada, el personal nos dijo que no había médico traumatólogo de guardia y que nunca lo hay (esto es relevante puesto que los ancianos por falta de estabilidad es lo más común que sufran caídas, la mayoría con lesión en caderas). 

La empleada que nos atendió dijo que los médicos después de atender pasaban primero por los pisos y luego atendían a los pacientes con traumas, sin horario, que podía ser a las 14 o a las 16 , siendo que trasladamos, con la orden temprano con mi mamá montada en el auto y con mucho sufrimiento. Intentamos hablar con el director, pero nos dijeron que tanto él como su secretaria estaban de vacaciones. Así que ni siquiera le dan a los afiliados la posibilidad de hablar con sus autoridades. Los afiliados son en realidad los dueños de Pami!. Nadie se hace responsable.

El mismo personal Policial recomienda con la orden extendida de urgencia ir al Pami central. Allí, tras esperar el turno, presentamos en el box 6 la orden de atención urgente y de sobreturno, a lo que nos contestaron de muy mala forma que no se daban sobreturnos, y que ella solo podía dar un turno para el 1° de marzo. Se le informó a la insensible funcionaria que nuestra madre hace desde el jueves 11 que está fracturada y a las vueltas. Recordamos entonces los dichos de la directora de Pami nacional, Luana Volnovich, cuando dijo que sería un logro una mejor atención a los abuelos. Esperamos que no quede en una utopía.

Sergio y Edgar Gutiérrez - DNI 12381210 y 10068701