El camarista federal Eduardo Freiler se presentará en persona hoy en el Consejo de la Magistratura para hacer un descargo ante la Comisión de Acusación y Disciplina, donde por impulso del diputado de Cambiemos Pablo Tonelli avanza una investigación en su contra por supuesto enriquecimiento ilícito por la que fue citado a una declaración equivalente a la indagatoria. La acusación dice que el camarista gastó mucho más de lo que gana y que desde 2012 tiene un desfasaje que no puede explicar de 6 millones de  pesos, y suma otras cuestiones que van desde bienes presuntamente no declarados hasta faltas que Tonelli considera injustificadas. Para Freiler la acusación es “ridícula”. Anticipó que va a contestar punto por punto. De todos modos, considera que el Consejo está haciendo una investigación penal que no corresponde porque hay una causa en trámite en los tribunales federales referida a su situación patrimonial.  

“Voy a presentar un descargo, pero estoy dispuesto a hacer una exposición oral y contestar preguntas si además de Tonelli hay otros consejeros presentes”, le dijo a PáginaI12. “No han tenido ningún resquemor en decir barbaridades sobre mí, así que quiero contestar a los ridículos cargos y mostrar todos los documentos. Me preocupa que personas grandes, en la función pública, no tienen miramientos en firmar cualquier barbaridad”, señaló. “Lo que es obvio es que en la Cámara Federal siempre se ventilan causas sensibles para los gobiernos y puede llegar a preocupar la posición de un juez que mantenga una línea, por una cuestión de seguridad jurídica, que lo hace previsible”, señala. Entre los casos que el camarista cree que causaron descontento figura su posición en el caso Papel Prensa, donde señaló la comisión de delitos de lesa humanidad en el desapoderamiento de la planta y su posición contraria a la ley de derribo, entre otros.

Tonelli sostiene que Freiler no puede explicar su nivel de gastos, que faltó 33 días hábiles desde 2008, que no pagó el ABL de su casa (le adjudican una deuda impositva de 330 mil pesos), que omitió declarar bienes como cuatro cuatriciclos que su ex esposa sí declaraba que le pertenecían a él, que declaró que pagó 15.000 pesos pero eran 150.000, que declara como donaciones propiedades que serían fruto de operaciones de compraventa. La evaluación de sus gastos, según la acusación, daría 6 millones de pesos sin explicación, pero un estudio más amplio elevaría la cifra a 17 millones.

“Voy a mostrar que todas las acusaciones son absurdas. Por ejemplo: Hay un teléfono a mi nombre que ellos dicen que tiene una cuenta de 35 mil pesos por mes. Resulta que es un teléfono que usa mi padre, pero la cuenta es de 350 pesos por mes. La empresa Claro les mandó un resumen en el que sacan una coma y cambia todo. ¿Quién va a gastar esa plata en teléfono? Otro ejemplo: dicen que yo pedí una licencia compensatoria pero me fui una semana antes a París. Me fui a Paris con 40 jueces más entre los que estaba Leónidas Moldes, que también me acusa. Era un viaje de trabajo y el pedido de licencia lo hizo el presidente del Consejo. De los 33 días que me adjudican faltar fueron todos feriados y licencias, quedan diez. Lo que no tiene en cuenta es un camarista no está obligado a ir a tribunales excepto los días de acuerdo y audiencias, de acuerdo al Reglamento para la Justicia Nacional y el de fuero federal. Solo los jueces de primera instancia están obligados a ir. Son apenas dos muestras”, explicó a este diario.

Freiler, además, planteó desde el inicio que el Consejo no lo puede investigar penalmente como lo está haciendo, sólo puede analizar su desempeño. La causa penal en su contra había sido cerrada, con sobreseimiento, pero por un planteo de “cosa juzgada írrita” del abogado Ricardo Monner Sans ahora el juez Sebastián Ramos analiza cómo sigue. “Si hay una causa en trámite -se defiende– hasta que no se diga si hay delito o no, el Consejo no puede acusarme por eso”.