Una beba que nació el 30 de enero pasado en la Fundación Hospitalaria de la Capital Federal había sido operada previamente en Buenos Aires gracias a un trabajo interdisciplinario de equipos de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Rosario, que lograron diagnosticar una cardiopatía congénita en un embarazo de 30 semanas de gestación. Gracias a la detección oportuna de la patología, la mujer fue derivada a un efector de salud de la ciudad de La Plata y luego a Buenos Aires, donde se logró realizar con éxito una intervención prenatal. 

Desde la Secretaría de Salud señalaron que el trabajo conjunto interdisciplinario en red entre los equipos de Diagnóstico por Imagen, Cemar, Maternidad Martin, Hospital Vilela y Atención Primaria, permitió sospechar, diagnosticar y realizar una derivación oportuna de una cardiopatía congénita denominada estenosis aórtica crítica con indicación de intervencionismo prenatal de una mujer de 25 años que cursaba su octavo mes de embarazo. La mujer se controlaba en forma periódica en el Centro de Salud El Gaucho.

La estenosis aórtica crítica es una obstrucción severa de la sangre que sale oxigenada del corazón. Para ejemplificarlo, el corazón de la beba, en este caso, tenía una puerta (válvula aórtica) cerrada por lo que no podía salir sangre oxigenada desde el corazón al resto del cuerpo. Esta patología afecta el flujo normal de la sangre del corazón y, librada a su evolución natural, puede producir hipoplasia de cavidades izquierdas, lo que significa la falta de desarrollo de la mitad izquierda del corazón.

Al diagnóstico se llegó por los controles periódicos que se les realizan a las mujeres durante todo su embarazo, entre ellos los screening ecográficos para detectar diferentes anomalías. Cabe remarcar que la cardiopatía fue confirmada en el Hospital de Niños Vilela tras una serie de estudios. Inmediatamente la mujer fue derivada al Hospital Provincial del Centenario, centro regional de referencia de cardiopatías, y desde allí fue trasladada a la ciudad de La Plata y luego al Hospital Italiano de la ciudad autónoma de Buenos Aires, donde se realizó la intervención intrauterina, ya que es el único centro donde se realiza este tipo de operaciones en el país.

"Si la patología no se hubiese diagnosticado de manera prenatal, una de las posibilidades al momento de su nacimiento era que la bebé presentara un cuadro muy severo de deterioro de la función cardíaca en un ventrículo poco desarrollado. Ante esta situación, si no se actúa rápidamente, existe riesgo de vida para el niño o la niña. Pero, además, puede generar complicaciones más severas si la intervención se realiza después del nacimiento, dada la posible evolución intrauterina de la patología hacia la falta de desarrollo de la mitad izquierda del corazón”, destacó María Inés Balducci, médica especialista en cardiología pediátrica y fetal, integrante del Servicio de Cardiología Infantil del Hospital de Niños Víctor J. Vilela.