Racing y Aldosivi llegaban al Cilindro en busca de levantar cabeza luego de cosechar derrotas en sus respectivos debuts. Sin embargo, el único que pareció cambiar de sintonía fue el equipo de Fernando Gago, que mostró un fútbol muy superior al del elenco local pero durmió en los últimos minutos y se tuvo que conformar con un empate 2 a 2 por la Zona A de la Copa de la Liga.
Los de Mar del Plata se plantaron de dominadores en el Cilindro y mantuvieron esa postura durante casi todo el encuentro, en el que estuvieron dos veces arriba. Presión alta y dominio de la pelota sorprendieron a Racing, que no supo más que hacer que reventarla, algo que se repitió durante las largos pasajes del duelo.
El gol inicial fue una verdadera obra de arte, con 16 pases y más de un minuto de posesión que terminaron en un derechazo cruzado del volante Leandro Maciel desde afuera del área tras asistencia final de Malcom Braida, quien dejó clavado a Iván Pillud por la banda a pura gambeta. Aquella jugada se originó, como no podía ser de otra manera, con un despeje de Racing a cualquier parte.
No importaba quién la tuviera en Aldosivi, lo que importaba era no rifarla. Por caso, en el gol, el central Jonathan Schunke, quien no se caracteriza por su docilidad con el balón, participó con cuatro pases.
Racing, tan inexpresivo como en el 0 a 2 con Banfield del debut, recién pudo acomodarse en la segunda parte con algunos cambios de Juan Antonio Pizzi. Lorenzo Melgarejo dejó de ser el improvisado lateral izquierdo, pasó al medio y el elenco local mejoró un poco. En coincidencia, la suerte estuvo de su lado cuando a los 56 el ingresado Enzo Copetti se elevó sobre el resto en un córner y puso el empate de cabeza. El delantero comprado a Atlético de Rafaela en el mercado de pases entró muy bien y energizó a los suyos.
Pero los cambios también serían la desgracia académica, ya que el chileno Eugenio Mena, el que fue a ocupar el lugar de Melgarejo en el lateral, pifió un toque atrás con el arquero y dejó solo a Federico Andrada. El exRiver se tomó su tiempo, dejó en el camino a Arias, lo esperó a que vuelva, juntó a otros dos rivales en la línea del arco y definió entre ellos. Pura paciencia del atacante para el merecido 2 a 1 del conjunto marplatense, que le dedicaba las conquistas a su entrenador, afectado por una reciente muerte en su familia.
Estaba todo para Aldosivi, pero pecó de inocente. Cerca del final, una infracción en la puerta del área le brindó a Racing la oportunidad del 2 a 2. Que pateaba Nicolás Reniero, que lo hacía Tomás Chancalay... Finalmente fue el exColón, otro de los refuerzos del equipo de Pizzi, el que lo hizo y filtró la pelota por los huecos de una barrera mal armada para sentenciar el empate.
Aldosivi sentía que merecía más, por lo que se desarmó en los minutos finales y fue en busca de lo que era suyo. Así, le abrió la puerta a las contras de Racing, que tuvo más de una ocasión para dar vuelta un partido insólito. No pudo. Es que ya con el empate se había llevado demasiado.