A veinte días de la última cita que tiene la familia Etchevehere en la justicia por la causa de vaciamiento de El Diario de Paraná, el juez de Transición Carlos Ríos dio un guiño a Dolores Etchevehere y su equipo de abogados. Rechazó el pedido de sobreseimiento que los abogados de Walter y Viviana Grenón, dos empresarios vinculados con la causa con mayoría accionaria de la empresa en el momento en que se investigan los delitos, porque "los actos de desapoderamiento se siguieron concretando o efectivizando más allá del momento en que los mismos dejaron de tener relación formal con la Sociedad Anónima Entre Ríos en noviembre de 2012", explica en la resolución el juez Ríos.
Los abogados de los Grenón pedían que, al momento de resolverse la situación procesal de sus defendidos, se disponga su sobreseimiento "por haber operado la prescripción de la acción penal a su respecto", y aludían que desde 2012 no tienen nada que ver con la empresa. Explican que la citación "se produce en fecha 20 Mayo de 2020, ya habiendo transcurrido más de 7 años, (...) por lo que la prescripción de la acción penal (por supuesta administración fraudulenta) ya ha operado indudablemente". Se refiere a los siete años en que la causa estuvo cajoneada en los tribunales de Paraná y que se reactivó gracias a la visibilidad que le dio el Proyecto Artigas.
El pedido de los Grenón (y la respuesta de Ríos) llega en un momento clave de la causa, que tiene en su haber un amplio diccionario de delitos económicos como desvío y malversación de fondos, estafa al Estado y hasta adulteración de documentos. El 12 de marzo deberá visitar la misma salita sin aire acondicionado que en noviembre pisaron Luis Miguel, Juan Diego y Sebastián Etchevehere, y Walter y Viviana Grenón, la madre de la familia: Leonor Barbero Marcial. Con su declaración, el juez estaría en condiciones de dictar el procesamiento por el vaciamiento de la empresa.
La resolución del juez Carlos Ríos fue determinante: luego de recorrer los múltiples delitos por los que se acusa a los empresarios del vaciamiento de la empresa, concluye que "de todo este entramado son parte la imputada Viviana Grenón y su hermano Walter Grenón, quien además de generar perjuicio con la mala administración que hiciera, ha sido un beneficiario directo de las operaciones de vaciamiento". Y agrega que "todos y cada uno de los imputados en la presente causa (entre quienes están los v(b)arones Etchevehere) de forma continuada e integrada entre sí, desde distintos modos de intervención jurídico penal, fueron creando una situación de ruina comercial y financiera de SAER".
El vaciamiento
El vaciamiento económico y patrimonial de Sociedad Anónima Entre Ríos -empresa dueña de El Diario de Paraná- empezó en 2012, cuando sus propiedades (el principal capital de la empresa) fueron traspasadas a una empresa fantasma constituida por los hermanos Luis Miguel, Juan Diego, Sebastián Etchevehere y Leonor Barbero Marcial de Etchevehere, Construcciones del Paraná Sociedad Anónima, y a Nexfin S.A. y Arroyo Ubajay S.A, del grupo Grenón (Walter Grenón era en ese entonces dueño del 66 por ciento de las acciones de Sociedad Anónima Entre Ríos, porque Ivar y Arturo Etchevehere, hermanos de Luis Félix y tío de los imputados, le habían vendido su porción accionaria).
Construcciones del Paraná S.A. fue creada especialmente para este fin. Como era una empresa nueva sin capital, los Etchevehere simularon un préstamo de un millón de dólares de la Asociación Mutual Unión Solidaria (AMUS), manejada por el mismo Walter Grenón sin garantías para la devolución.
Para pagarlo, pusieron en marcha una compleja ingeniería financiera. A través de Las Margaritas S.A., le pidieron al Banco Itaú tres préstamos por un total de 500.000 dólares a tasa subsidiada por el Estado, que debían utilizarse para producir soja. El garante de ese préstamo fue el grupo Los Grobo S.A.. Pero el destino no tuvo nada que ver con la producción agropecuaria, sino que fue desviado para solventar financieramente la operación de vaciamiento de El Diario.
En tanto, el crédito del Banco Itaú se pagó con una nueva estafa: pidiendo un crédito del Banco Nación por un total de 900.000 pesos a tasa subsidiada por el Estado para que pequeños productores cubran los daños ocasionados por inundaciones. Por supuesto, inundaciones que no afectaron los campos de los Etchevehere. Por este préstamo fue imputado el entonces director del Banco Nación Carlos Melconián.