La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sigue viviendo días muy agitados. Ayer estuvo otra vez en el centro de la escena. Primero, por la muerte del hincha de Belgrano, Emanuel Balbo, que hizo que la sociedad pusiera su foco sobre la nueva gestión para ver qué caminos tomará ante un flagelo que no para de escalar (ver aparte). Pero hubo otro motivo que alteró la cotidianidad de la casa madre del fútbol argentino y que seguramente repercutirá en el armado político que llevó a ungir a Claudio Tapia como su mandamás: la renuncia de Marcelo Tinelli al cargo de vicepresidente de la Comisión de Selecciones de la AFA y su apartamiento del puesto de coordinador de Estatutos y Convenio de colaboración con la AFA “en nombre de la Superliga”.
Es archiconocida la puja que mantuvieron Tinelli y Tapia hasta que hace poco más de un mes celebraron un acuerdo político en el que se repartieron cargos presentes y a futuro, aunque esta convivencia forzada se volvió tóxica apenas comenzada, ya que entre él como vicepresidente de la Comisión de Selecciones y Tapia como sucesor de Julio Grondona tuvieron que tomar de entrada nomás una medida muy traumática: despedir a Edgardo Bauza.
Tinelli tenía una relación personal con el Patón a partir del paso de éste como técnico de San Lorenzo y por lo tanto no aprobaba la cesantía, algo de lo que tampoco Tapia estaba muy convencido, dado que ésta era la primera medida que debía tomar como presidente de AFA, con las consecuencias que puede tener a futuro si, por ejemplo, el seleccionado argentino no logra la clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
Sin embargo, las presiones que entre bambalinas ejercieron principalmente el vicepresidente del nuevo Comité Ejecutivo, Daniel Angelici, y otros conspicuos dirigentes como el titular de Lanús, Nicolás Russo, hicieron que la permanencia de Bauza en el cargo se volviera insostenible.
Este fue el momento más difícil para Tinelli, ya que no solamente tuvo que participar de la comunicación al técnico de su despido, sino que además contó con la obligación de poner la cara ante la opinión pública en una conferencia de prensa que no fue tal, ya que no se permitió que los periodistas formularan preguntas, de la que tomaron parte él, Tapia y, sorprendentemente, el propio Bauza.
El empresario televisivo hizo el anuncio de su alejamiento del fútbol mediante un comunicado colgado en Facebook, completado con una solicitud de licencia por dieciocho meses a su cargo de vicepresidente de San Lorenzo. El argumento que dio Tinelli tiene basamento en “la salud y en algunos episodios que sucedieron en estos últimos días” que, a su juicio, “precipitan esta decisión”. Cabe recordar que el conductor de Showmatch había sorprendido al mundo futbolístico con su decisión de no acompañar al presidente de la AFA al viaje que éste realizó a España el fin de semana pasado. En ese momento, se explicó que el ex periodista deportivo había sufrido un pico de presión, por un cuadro de estrés, y los médicos desaconsejaron el viaje, ideado para convencer a Lionel Messi de trasladarse a la sede que la FIFA tiene en Zurich para acompañar la presentación en busca de recortar la sanción por los términos descomedidos usados contra uno de los líneas del partido Argentina-Chile, y para establecer las bases del contrato de Jorge Sampaoli para hacerse cargo de la Selección, en reemplazo del despedido Edgardo Bauza.
En su comunicado, Tinelli también agradeció. “Me quedan solo palabras de agradecimiento para todos aquellos dirigentes que me acompañaron y creyeron en mi y a todos los hinchas (de San Lorenzo) por los hermosos momentos vividos en estos cinco años”, manifestó. “Me voy feliz por todo lo intentado y realizado. Este no es un adiós definitivo. Es un hasta luego. Gracias, gracias, gracias y más gracias”, finalizó.