El viernes pasado Amazon Prime Video estrenó El internado: las cumbres, ocho episodios que confirman el alto vuelo de las series españolas en el plano de la producción. En este caso, los protagonistas son un grupo de “alimañas sin sentimientos”, tratados como convictos en un colegio que sorprendería a Foucault por una disciplina digna de The Wall. La trama se enfoca en los intentos de los estudiantes por escapar de la institución ubicada en un antiguo monasterio rodeado de montañas. A eso se le suma el terror y pizcas de thriller, producto de las leyendas que habitan en la región, entre ellas, las de una logia medieval que lleva la estampa de un cuervo.

El argentino Ramiro Blas (Vis a Vis) encarna al mecenas del lugar. “Es el que pone la pasta para mantener, el que pesca el bacalao y lo vende, lo que está por develar es qué es lo que busca con su inversión”, dice el intérprete con misterio. Del lado de los villanos aparece otro compatriota a cargo de Lucas Velasco. Interpreta al profesor de gimnasia y es la mano derecha de la directora. “Su rol es el de vigilar y castigar, que nada se salga de la norma, es un perro más que inspecciona que todo esté como se debe”, dice el actor. Ambos recalcan el nivel de realización de la entrega y especialmente su estética lóbrega. “Acá se siente el frío, el olor a humedad, hay olor a misa, a papel húmedo de Biblia”, apunta Blas. “Era muy fácil meterse en personaje, ibas a las neveras donde encerraban a los chicos y sentías miedo”, suma Velasco.