El chaqueño Juan Manuel Insaurralde, de 36 años, tiene una dilatada trayectoria como profesional: Chacarita, Newell's, Boca (dos veces), Spartak de Rusia, PAOK de Grecia, Chiapas, Colo Colo y ahora Independiente. Después de varios años fuera del país, llegó de última, debutó de apuro, Falcioni lo puso como marcador central y terminó convirtiéndose en la figura de su equipo, fundamentalmente por el gol que marcó a los 26 minutos del segundo tiempo. Un derechazo cruzado desde el borde del área que se clavó junto a un palo.
“Tuve un debut soñado”, dijo cuando lo entrevistaron al final del partido después de resaltar la importancia del triunfo para proyección de un equipo con muchos jóvenes. Tuvo una participación activa en la elaboración y la concreción del gol que le dio la victoria a Independiente ante Patronato: fue a buscar un corner, se quedó como 9 después de un par de rebotes, abrió para Palacios y, cuando recogió la devolución, no dudó en meter el derechazo con más precisión que violencia que hizo inútil la estirada de Ibáñez. Fue su gol número 29 en 350 partidos en torneos locales e internacionales.
Insaurralde fue uno de los pilares de la defensa nutrida que armó Falcioni con él, Barreto y Franco en el medio y Asis y Togni en sube y baja por los laterales. Vale decir línea de cinco para defender y eventualmente línea de tres para atacar con la subida de los laterales. La idea de protegerse por sobre todas las cosas incluía a Hernández y Blanco como doble cinco. Casi todos invariablemente por detrás de la línrea de la pelota cuando la tenían los locales. No salió mal la cuestión defensiva si se considera que Patronato casi no inquietó a Sosa, que tuvo algunas llegadas en el primer tiempo con Gudiño volcado sobre la derecha, pero que no pasó de las insinuaciones después de que el volante dejara la cancha lesionado.
Hubo un rato en el segundo tiempo en el que el equipo local pareció asumir el control del juego y pareció inclinar la balanza en su favor, porque Independiente lucía confundido y no le encontraba la brújula al partido, pero lo de Patronato se desvaneció casi por completo cuando cuando se encontró con el gol en contra. No tuvo reacción y le reaparecieron todos los fantasmas de una malísima campaña en la Copa Maradona, en un tobogán que parece extenderse en este nuevo torneo con dos derrotas al hilo.
Independiente, que había mostrado algunas buenas intenciones en el primer tiempo por el lado de los tres más adelantados: Silvio Romero, Menendez y Palacios. Algunas buenas gambetas y muchas corridas, pero sin demasiado juego asociado. Después del gol, cuando Patronato fue a buscar el empate, tuvo más espacio y más de una ocasión para ampliar la diferencia. El 1-0 es un resultado que le cabe bien al partido y que hace que al menos por un rato a Falcioni no lo miren en Avellanea con tanta desconfianza por la cuestión del paladar negro. “Es lo que hay” , dicen los que celebran la victoria y los primeros tres puntos.