La compañía Boeing ha recomendado suspender las operaciones de los 69 aviones del modelo 777 que se encuentran en servicio y de los 59 en almacenamiento equipados con motores "Pratt & Whitney", después de que este sábado se incendiara uno en una aeronave que sobrevolaba Denver, Colorado, en Estados Unidos y que cayeran fragmentos del avión.
"Boeing está inspeccionando activamente el incidente relacionado con el vuelo 328 de United Airlines. Si bien la investigación (de las autoridades) está en curso, recomendamos suspender las operaciones de los 69 aviones 777 en servicio y de los 59 en almacenamiento con motores 'Pratt & Whitney 4000-112', hasta que la Administración Federal de Aviación (FAA en inglés) identifique el protocolo de inspección apropiado", informó la empresa a través de un comunicado.
Debido al incidente, las aerolíneas que operan Boeing 777 -la estadounidense United Airlines, las japonesas ANA y JAL y la coreana Asiana Airlines- anunciaron que dejarán de usar estos aviones.
"Estamos eliminando voluntaria y temporalmente 24 aviones Boeing 777 propulsados por motores de la serie 4000 de Pratt & Whitney de nuestro programa", indicó la compañía American Airlines.
La empresa aseguró que continuará "trabajando en estrecha colaboración con los reguladores para determinar cualquier paso adicional y esperamos que solo una pequeña cantidad de clientes sufran inconvenientes".
"La seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad, razón por la cual nuestros equipos participan en una amplia formación para preparar y gestionar incidentes como el (del vuelo de Denver) UA328", concluyó la aerolínea.
El Gobierno de Japón ha ordenado suspender los vuelos de más de 30 aviones Boeing 777. Según indicó el Ministerio de Transporte local, la decisión afecta a 13 aeronaves operadas por la aerolínea nipona JAL y a otras 19 de ANA, que deberán permanecer en tierra hasta nueva orden.
Las autoridades niponas no han detectado por el momento ningún problema en los aviones y están a la espera de recibir mayor información del regulador estadounidense de aviación sobre las causas del incidente del sábado.
Boeing, por su parte, aseguró que “apoya la decisión tomada este domingo por la Oficina de Aviación Civil de Japón y la iniciativa de este lunes de la FAA de suspender las operaciones de aviones 777 propulsados por motores Pratt & Whitney 4000-112".
Mientras tanto, las dos aerolíneas más importantes de Corea del Sur, Korean Air y Asiana, anunciaron este lunes la suspensión de todos sus vuelos con aviones Boeing 777. La decisión también afecta a la compañía low cost Jin Air. En total, en el país funcionaban 29 modelos del avión del fabricante estadounidense.
Sin embargo, solo 17 de las 29 aeronaves estaban operativas debido a la pandemia: 6 unidades de Korean Air, 7 de Asiana y 4 Jin Air, que ha dicho que está a la espera de recomendaciones por parte de las autoridades locales. Korean Air y Asiana esperan el informe de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
El Reino Unido se sumó en las últimas horas a la prohibición de vuelo del Boeing 777, después del incidente en Denver.
La suspensión del uso de los Boeing 777 se decidió después del incidente registrado el pasado sábado por uno de estos aviones de la compañía United Airlines que salió desde la ciudad estadounidense de Denver, en Colorado, con destino a Honolulú, en Hawái.
La nave tuvo que regresar de emergencia después de sufrir problemas con un motor, cuyas partes cayeron sobre un suburbio de la capital del estado de Colorado.
El avión, un Boeing 777-200 retornó al aeropuerto internacional de Denver y aterrizó de “forma segura, después de experimentar un fallo en su motor derecho poco después de despegar", indicó en un comunicado la FAA.
El Boeing 747-400 también en problemas
Las autoridades neerlandesas investigan un avión de carga Boeing 747-400 que perdió varias piezas de las palas de la turbina tras sufrir un incendio, aparentemente en un motor, tras despegar del aeropuerto de Maastricht con destino a Nueva York, por lo que tuvo que aterrizar en Bélgica.
La Junta de Seguridad Neerlandesa viajó este lunes a la ciudad belga de Lieja, donde el avión aterrizó minutos después de despegar el pasado sábado, en una visita exploratoria al país vecino para revisar el aparato como parte de una investigación que les llevó ayer a recolectar pequeñas partes de metal que habría perdido la aeronave sobre la ciudad de Meerssen y Maastricht, en los Países Bajos.
El avión despegó del aeropuerto de Maastricht-Aachen con destino a Nueva York el pasado sábado, a las 16.10 hora local (15.10 GMT), y el problema se detectó poco después del despegue, cuando uno de los motores se incendió y el aparato empezó a perder piezas de las palas de la turbina, según la investigación preliminar de lo ocurrido.
El avión voló con tres motores hasta el aeropuerto belga de Lieja, al otro lado de la frontera, donde aterrizó y donde se encuentra todavía retenido hasta determinarse las causas de lo ocurrido.
Dos personas resultaron heridas leves en Meerssen por la caída de las piezas del avión, lo que también causó daños a varias casas y coches de la ciudad. Además de la Junta de Seguridad Neerlandesa, un equipo policial de supervisión de la aviación también está investigando el incidente, aunque estos agentes no van a viajar de momento a revisar el aparato en Bélgica por un tema de jurisdicción, por lo que, de considerarse oportuno, se abriría una investigación criminal en Países Bajos.
Según la televisión neerlandesa NOS, la compañía aérea Longtail Aviation, con sede en Bermudas y propietaria del aparato, quiere trasladar el avión a Nueva York con un motor de repuesto lo antes posible, aunque asegura que cooperará con las investigaciones sobre las circunstancias del incidente.