El affaire de las vacunas iba directo a la línea de flotación del Frente de Todos y las elecciones que se aproximan son estratégicas. Sin credibilidad no hay forma de ganar una elección por más buen programa que se tenga, y sin ganar elecciones no hay Partido o Movimiento alguno que pueda llegar al gobierno, ni sostenerse en él. Este juego se juega “hoy” con votos y estos son indispensables para acceder al Estado y llegar es la condición sine qua non para empezar a mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. Esa y solo esa es la razón de existir de los movimientos populares, para arruinarle la vida a la gente ya está la derecha …Y la gente de a pie vota a quien crea que le va a resolver sus problemas existenciales y para que te pondere hay que ser transparente, de una sola pieza, y defender un solo interés: el del pueblo. La credibilidad es un capital simbólico clave para construir ese poder popular tan necesario para gestionar bien, y la transparencia es el puente que te ayuda a conquistar la confianza. Solo así un pueblo siente suyo a un gobierno, lo defiende y lo reelige. La transparencia es a la credibilidad, lo que él no robar es a la honradez. El uno no se explica bien sin el otro.
La derecha no necesita del gobierno para disputar poder, porque “lo tiene” desde siempre y lo ejerce en plenitud a cada minuto. Su base de sustentación no es exclusivamente el voto popular, por ende, credibilidad y transparencia claramente no entran en su grilla de valores, allí solo se ve la evolución de sus cuentas bancarias. Pensemos que en los últimos 120 años solo ganaron una elección limpia, sin proscripciones, la del 2015. Y gobernaron siempre, excepto los períodos de Perón, Néstor y CFK. Su argamasa de poder está asentada sobre estructuras políticas, mediáticas, jurídicas y económicas, que pueden prescindir del voto popular. Esos poderes fácticos nunca van a elecciones, ni los vota nadie, pero le dan batalla todo el tiempo a la soberanía popular. Por supuesto que si logran acceder al gobierno por votos como sucedió con Cambiemos, mucho mejor “para ellos”. ¡Bingo completo!
La izquierda clásica históricamente subestimó lo electoral, apostó a otras formas de llegar al gobierno para tomar el poder. Pero esos tiempos no son estos tiempos. La violencia, antes que los votos, fue siempre el primer atajo de la derecha para arrebatar o tumbar gobiernos y lo sigue siendo. Miremos Bolivia, las represiones de Chile, la intromisión del ejército en el Lawfare de Brasil, los asesinatos de líderes sociales en Colombia, los BBloqueo a Cuba y Venezuela, demuestran que el terror sigue siendo para ellos un camino de rigurosa actualidad. Lo nuestro “hoy por hoy “ son las elecciones: solo merced a ellas podemos disputar un pedazo de poder -algo es algo- al poder real. El voto fue siempre la vía exclusiva de llegada al gobierno del campo nacional y popular. Perón, cuando Farell le preguntó que quería: ¡elecciones!... le dijo. El campo nacional y popular siempre dio y ganó comicios limpios, sin proscripciones, no como los que “ganaron” Illia o Frondizi. Y cuando le tocó perder por poco, como en el 2015, entregóo el gobierno sin “peros”. Mas aptitud democrática imposible. CFK es una de las estadistas de mayor calidad democrática de toda la historia argentina…Todo el capital de credibilidad popular del Frente de Todos se construyó sobre los cimientos que forjo su gobierno; y ese patrimonio de valor intangible debe protegerse cueste lo que cueste, renuncie quien renuncie. La rapidez de Alberto Fernández para sofocar el incendio del vacunatorio VIP habla muy bien de sus reflejos políticos ya que su propagación iba directo a la línea de sustentabilidad electoral del Frente. No podíamos ingresar a la recta final de las legislativas --más importantes desde que se reinauguró la democracia--, con ese baldón en la mochila de nuestros candidatos. Pero atención que solo con credibilidad y unidad sin llenar la olla no alcanza para ganar elecciones; hay que gobernar bien y para eso hay resolver los problemas vitales del pueblo…¡¡¡ pero con transparencia, entendámoslo por favor!!! .
Máximo Paz-verano del 2021.