La causa por la muerte de Diego Armando Maradona tiene dos nuevos imputados. Los fiscales de San Isidro que investigan el caso imputaron a una médica de la empresa Swiss Medical y al coordinador de los enfermeros que asistían al exjugador y, además, convocaron a una junta médica para el próximo 8 de marzo para determinar si hubo negligencia en los profesionales de la salud y la muerte del 10 podría haberse evitado.
Los fiscales incluyeron en la acusación por homicidio culposo a Nancy Forlini, la médica que desde la empresa de medicina prepaga coordinaba la internación domiciliaria de Maradona, y a Mariano Perroni, quien era el coordinador de los enfermeros aportados por la empresa Medidom.
Ambos fueron notificados de que quedaban investigados como imputados de un posible "homicidio culposo" y fueron citados para que el próximo jueves, a las 11, se presenten en la Fiscalía General de San isidro a firmar el acta correspondiente.
Con Forlini y Perroni, ya son siete los imputados que hay en esta causa que tiene como principales sospechosos al neurocirujano Leopoldo Luque (39) y a la psiquiatra Agustina Cosachov (35). El resto de los involucrados en la causa son: el psicólogo Carlos Daniel "Charly" Díaz (29), la enfermera del turno mañana y tarde Dahiana Gisela Madrid (36), y el enfermero de la noche, Ricardo Omar Almirón (37).
"Recordemos que Perroni fue la persona que instó a la enfermera Madrid a falsear un informe para la empresa 'Medidom' en el que constaba que aquella mañana había intentado controlar a Maradona y que él se había negado, cuando en realidad la enfermera no había entrado a la habitación", dijo a Télam una fuente judicial.
Los dos nuevos imputados formaban parte del grupo de WhatsApp denominado “Tigre”, donde los enfermeros reportaban todas las novedades sobre Maradona y donde quedaron evidenciadas algunas falencias de la internación, como una indigestión con vómitos por haber cenado camarones provenzal, la caída en la habitación, las peleas con los médicos, las reiteradas negativas a que lo controlen y hasta un alerta de los profesionales para quedar cubiertos "en la parte legal".
Asimismo, el equipo de fiscales que coordina el fiscal general de San Isidro, John Broyad, e integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y por la fiscal de Benavídez, Laura Capra, convocó para el 8 de marzo a la junta médica que definirá si hubo o no mala praxis.
La junta médica estará integrada por nueve peritos oficiales y la primera sesión se realizará a las 10 de la mañana en la Superintendencia de Policía Científica de la policía bonaerense, en calles 52 y 118 de la ciudad de La Plata.
De los nueve peritos oficiales, los cuatro primeros son los médicos legistas que practicaron o presenciaron la autopsia: el director de Medicina Legal de la policía bonaerense, Carlos Cassinelli; el jefe del Cuerpo Médico de San Isidro, Federico Corasaniti; el jefe de la morgue de San Isidro, Agustín Grimoldi; y el jefe de la morgue de La Plata, Javier Grubisa.
Los otros cinco médicos son especialistas en distintas disciplinas: Gustavo Di Niro, jefe del servicio de cardiología del Hospital Central de San Isidro; el psiquiatra José Luis Covelli, jefe de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Buenos Aires (UBA); Carlos Damin, jefe del servicio de toxicología del Hospital Fernández y jefe de la cátedra de esa disciplina en la UBA; Hernán Trimarchi, jefe de Jefe del servicio de nefrología del Hospital Británico; y Fernando Cairo, presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología.
Los fiscales planean que el análisis de la junta se centre en la autopsia, las historias clínicas y toda la documentación médica que se haya secuestrado o aportado sobre Maradona y los estudios complementarios a la autopsia.
Maradona murió el pasado 25 de noviembre de 2020 a los 60 años cuando se encontraba en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés, Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que el exfutbolista murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
De acuerdo con los resultados de los estudios toxicológicos realizados, Maradona no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo, aunque sí detectaron psicofármacos.
El foco de la investigación penal está puesto en determinar si la internación domiciliaria era la adecuada para un paciente como Maradona, si hubo mala praxis médica y si la muerte del 10 se pudo haber evitado.