La patética telenovela que protagonizan el presidente Michel Temer y el ex titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, sumó un nuevo capítulo. Después de que Temer reconociera que el golpe institucional contra Dilma se inició por un acto de venganza de su ex aliado, Cunha, desde la cárcel, denunció que Temer revisó y aprobó la acusación contra la ex presidenta 48 horas antes de la presentación formal de la acusación.
Mediante un comunicado, Cunha, condenado a 15 años de prisión por delitos de corrupción por el caso Petrobras, contradijo las declaraciones del Presidente, quien el domingo pasado señaló en una entrevista televisiva que si el Partido de los Trabajadores hubiese votado a favor de Cunha en el debate que analizó las acusaciones contra él, Dilma seguiría en el poder.
“Lamento que tenga que desmentir públicamente al Presidente que asumió el cargo gracias a este proceso de impeachment", expresó Cunha, quien subrayó que Temer, un “reconocido constitucionalista”, se benefició con el juicio político contra la ex mandataria, ya que era el primero en la línea de sucesión. "El texto preparado por abogados de confianza mutua fue debatido y considerado correcto por él desde el punto de vista jurídico", señaló el ex titular de la Cámara baja brasileña.
Dilma, a u vez, desde la Howard University, de Washington, denunció que Temer le propuso aceptar la propuesta de Cunha (el intercambio de votos en las respectivas comisiones de investigación) porque “ya estaba en curso el golpe” y él sabía que ella declinaría la oferta.
A un año del golpe, Dilma enumeró, durante su exposición, los tres puntos centrales que motivaron el golpe: la necesidad de “encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo”, el “acuerdo general para frenar la hemorragia de investigaciones contra ellos”- en referencias a las denuncias que involucraban a políticos del PMDB y el PSDB- y, por último, la misoginia que “abarcó todas las esferas del golpe y fue utilizado como base del discurso” para construir una imagen negativa acerca de ella en la opinión pública.