El lastre pasado de centuria se agrava con la feminización de los sectores peor pagos. Según los números de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, las mujeres cobran en promedio 4.948 euros menos que los varones y, en proyección, la tan mentada “paridad real” sería tangible dentro de tres generaciones. Los datos surgen en el informe “Brecha salarial y techo de cristal”, del Ministerio de Hacienda, en el marco del Día para la Igualdad Salarial y a una semana del próximo 8M, atravesado por la emergencia sanitaria y por una de las peores crisis sociales y económicas del país. Más allá de las diferencias económicas y de ingresos abismales respecto de este sur del mundo, la feminización de la pobreza se globaliza en trabajos con igual responsabilidad aunque no retribuidos de la misma forma, en horas extra discriminadoras por sexo, y en las tareas de cuidados que recaen indefectiblemente sobre mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries de los barrios y los pueblos.
“Hoy hemos sabido que la #BrechaSalarial en España se mantendrá hasta 121 años. Es por ello que en el #DiadelaIgualdadSalarial rechazamos un sistema laboral que nos condena a las mujeres a la incertidumbre, la precariedad, el desempleo y la temporalidad”, publicó en su cuenta de Twitter la colectiva Juventudes Feministas, que integra la confluencia organizadora de la próxima Huelga Internacional Feminista del 8 de Marzo. “En el mercado capitalista -concluyeron- el dinero es un fin y la vida es un medio”. El grito global de este 8M reivindicativo hará escuchar que ante la emergencia social, el feminismo es esencial.