La última edición del Festival Danzafuera –un clásico en la ciudad de La Plata– debió ser suspendida a causa de la pandemia. Este año, el Festival Internacional de Danza Contemporánea, Performance y Acciones Transdisciplinarias regresa a las calles para promover prácticas colectivas de exploración, creación y composición, en diálogo con la ciudad y el nuevo contexto. La programación es gratuita y se desarrollará hasta el sábado.
En diálogo con Página/12, Constanza Copello (organizadora del festival) detalla el origen de esta edición extraordinaria: “Tuvimos que pensar cosas que nunca antes habíamos pensado. La 7º edición nos agarró en medio de la llegada del virus a la Argentina; tuvimos que desarmar, suspender y fue una movida muy grande, sobre todo en lo que respecta al traslado de artistas internacionales a sus respectivos países. Eso nos trajo una conmoción que tuvimos que procesar. Hace poco nos propusimos llevar a cabo la 8º edición, tomando algunas decisiones como trabajar sólo con artistas locales, hacer todo en la calle, al aire libre, y apostar por la presencialidad”.
Copello explica que esa apuesta responde al profundo deseo de reencontrarse: “Después de haber estado todo el año encerrades en casa, era importante generar un marco para volver a encontrarnos físicamente y conversar. Se trata de generar espacios para la creación y la investigación después de un año que estuvo bastante coartado en ese aspecto, a pesar de que sucedieron un montón de cosas en la virtualidad. El alejamiento de los cuerpos hizo que muches artistas no pudieran trabajar, entonces para nosotras era importante que el Festival pudiera ser un marco de encuentro”.
Este miércoles a las 18, en Plaza Matheu tendrá lugar Recolectoras de Mari Sanguinetti y Savia Flor, una propuesta para trazar un recorrido colectivo que funcione como coreografía sobre una porción del mapa de la ciudad, bajo una serie de pautas de recolección y observación que permitan una mirada extrañada del espacio transitado. El jueves 25 a las 18, en Diagonal 74 y 49 se presentará Dos semanas de vacaciones es un semáforo, con idea, producción y dirección del grupo interdisciplinario de investigación escénica Periféricxs. A partir de su performance, Juan Pablo Valenti, Felicitas Sisti, Matías Jury y Regina Cupo se preguntan: ¿cuánto tiempo nos tomamos para descansar?
Coreografías de la ciudad es un recorrido performático que tendrá lugar el viernes 26 a las 18 en el Centro Cultural Vil Teatro. Danzafuera propone salir a derivar por la ciudad para encontrarse con sus coreografías, poniendo a prueba el dispositivo elaborado en el encuentro previo sobre acciones y gestos de personas, animales, vegetales u objetos que forman parte del continuo flujo de movimiento del entramado urbano. Para sumarse a este recorrido no es necesario haber participado del primero, pero sí es importante llevar celular y auriculares.
El vínculo entre danza y ciudad es un eje que el Festival viene trabajando desde la primera edición en 2013. “Al principio pensábamos en llevar obras que ya existían a los espacios públicos, pero con el correr de las ediciones nos dimos cuenta de que las experiencias más ricas a nivel compositivo y de investigación tenían que ver con procesos creativos realizados específicamente en la calle. Entonces empezamos a trabajar con las Residencias de Investigación Intensiva, procesos que se realizan en la calle y que trabajan mucho con lo que ya está ahí: la gente que habita el lugar, el material del territorio y cómo nos relacionamos con todo eso. Es una premisa muy importante que intentamos sostener en todas las ediciones”.
El sábado 27 a las 18 podrá verse en Parque Saavedra Antroposceno de Gonzalo Monzón, que reflexiona sobre el vínculo entre el ser humano y su entorno a través de una performance en el parque. A partir de la teoría de las cinco pieles de Friedrich Hundertwasser –epidermis, ropa, casa, identidad, mundo– se practica la conexión entre cuerpo, materialidad y espacio. La secuencia de acción se estructura a partir de procedimientos de creación tales como la metamorfosis, el espacio liminal entre sujeto y contexto o la idea de la piel como membrana viva que comunica al sujeto con el mundo externo.
La dimensión colectiva es otro de los aspectos importantes en el catálogo –muchas de las propuestas pertenecen a grupos artísticos– y también el foco en los procesos artísticos. “Desde el Festival nos interesan los procesos más que los resultados. A la hora de la curaduría, valoramos mucho las propuestas que apuestan a las investigaciones; no queremos obras increíbles sino que puedan disparar preguntas acerca del cuerpo, el movimiento y los espacios”, señala Copello. El cierre de Danzafuera será el sábado a las 20 en el Patio del Club Cultural El Sótano y estará a cargo de Mi amiga invita, un espacio de improvisación creado por Delfina Serra y Julia Portela Gallo, dos bailarinas que gestionan espacios para poder desarrollar sus performances.
Más información en https://danzafuera.wixsite.com/festival