El Poder Judicial difundió la fecha para el juicio por el homicidio de Jimena Beatriz Salas. Las audiencias serán desde el 3 al 21 de mayo de 2021, a partir de las 8, en la Sala VII del Tribunal de Juicio. La causa tiene la particularidad de que se llegará al debate oral y público para juzgar solo a un presunto partícipe secundario y al marido de la mujer, por encubrimiento, pero pasaron cuatro años y la investigación aún no pudo dar con los autores materiales del crimen.
El tribunal colegiado estará presidido por el juez Francisco Mascarello. Por el Ministerio Público intervendrán la fiscala Ana Inés Salinas y los fiscales Gustavo Torres Rubelt y Ramiro Ramos Ossorio. Los abogados Luciano Romano y Marcelo Arancibia serán los defensores del imputado Sergio Vargas. Y Pedro Arancibia representará al otro acusado, el viudo Nicolás Cajal Gauffín.
Vargas está imputado como partícipe secundario del delito de "homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria". En tanto que Cajal Gauffín será juzgado por encubrimiento agravado.
El 27 de enero de 2017 se encontró a Salas ya sin vida en el piso de la cocina comedor de su vivienda, ubicada en la localidad de Vaqueros, vecina a la ciudad de Salta. Hasta la fecha no hay imputados por la autoría material del asesinato.
La familia de Vargas protesta casi todas las semanas en la Ciudad Judicial asegurando que es inocente. Romano sostuvo ante Salta/12 que intentará probar la inocencia de su defendido en el juicio y aseguró que ante el rechazo a los pedidos de libertad o prisión domiciliaria, esperaban que se agilice la fecha del debate oral.
El letrado recordó que a Vargas lo acusan de haber sido "campana" para los asesinos de Salas, porque el día del crimen el hombre se encontraba por la zona "vendiendo sandalias". También indicó que se trata de una persona de bajos recursos y destacó en este sentido que la sospecha de la fiscalía es que ayudó a los autores del homicidio a cambio de dinero y, sin embargo, después de su detención se difundió un pedido de ayuda para sus dos hijas porque no tenían para comer.
El día del crimen Vargas anduvo por el barrio vendiendo sandalias para niños. Su defensor dijo que un testigo lo vio pasando cerca de la casa de Salas alrededor de las 11.30 pero que nadie lo pudo señalar rondando la vivienda, ni tampoco que se haya contactado con la víctima. Sostuvo que el hombre preguntaba por familias que tuvieran hijos chicos, porque las sandalias que tenía para vender eran para niños. El crimen de Salas habría ocurrido al mediodía, el abogado precisó que a esa hora su cliente seguía vendiendo sandalias y que luego estuvo tomando bebidas con un amigo hasta las 15 en el camping del mismo barrio.
Romano recordó que hubo testigos que relataron haber visto a un hombre que tenía un perro, pero cuyas características no coinciden con Vargas. También detalló que se hicieron pruebas genéticas entre las muestras extraídas a su cliente y las que fueron halladas en la escena del crimen y no resultaron compatibles.
Afirmó que Vargas fue acusado por "conjeturas que tiene la fiscalía" y señaló que la acusación sostiene la hipótesis de "un robo calificado frustrado que se dio con el homicidio de Jimena". Dijo que se hicieron peritajes del teléfono de su defendido y tampoco se encontraron pruebas o se pudo indicar a otro partícipe.
Vargas está detenido en el penal de Villa Las Rosas. Romano aseguró que "se encontraba en un pabellón complicado" donde recibió amenazas y le robaron sus pertenencias, que por eso hizo pidieron que fuera trasladado. "Se encuentra en una situación deplorable, hace semanas tiene solo una colchoneta finita para dormir", denunció. Y destacó la actitud de su defendido, que se ofreció a colaborar "espontáneamente, nunca tuvo conducta evasiva", y a pesar que "desde el homicidio hasta la detención pasaron aproximadamente 2 años, siguió realizando las mismas actividades, en el mismo domicilio, fue una persona carente de recursos antes y después del hecho. Siempre vivió en un asentamiento".
Al haber sido imputado, el viudo de la víctima no puede ejercer la querella. En cambio, la Asesoría de Menores e Incapaces participa del proceso como querellante en representación de las hijas de Salas, de 6 y 2 años.
Sin novedades de peso
El defensor de Cajal Gauffín, Pedro Arancibia, enfatizó que en todo este tiempo no hubo novedades importantes en la causa. Y calificó de una "torpeza e irresponsabilidad" de la fiscalía el "llevar a juicio a dos personas inocentes". "No se encontró a los verdaderos asesinos y no se avanzó respecto a qué pasó. Podemos decir que el caso va a seguir impune", manifestó a Salta/12.
Dijo que llegan a esta etapa del proceso "tranquilos, por la inocencia" de Cajal Gauffín. Y también añadió que "no existen elementos que vinculen a Vargas con el crimen".
Ambos defensores coincidieron en hacer notar que las imputaciones se produjeron cuando asumió el procurador general Abel Cornejo. Arancibia dijo que se quiso aparentar que se le daba impulso a la causa con estas acusaciones.
El abogado aseguró que Cajal Gauffín y Salas "tenían una buena relación" y "estaban construyendo un proyecto familiar, no atravesaban un momento de separación". Afirmó que esto se puede corroborar con los mensajes y llamadas entre ambos.
Respecto del marido, el decreto de imputación sostiene que hubo ocultamiento de información relevante y que los perros amaestrados en la búsqueda de divisas, moneda de curso nacional y sustancias estupefacientes, detectaron rastros en un maletín secuestrado que fue encontrado en el placard de la habitación principal de la vivienda de Vaqueros.
"En numerosas oportunidades y desde su comienzo, Nicolás Federico Cajal Gauffin manifestó que no se sustrajo elemento alguno del domicilio y negó la presencia de elementos de valor o susceptibles de ser objeto de robo. Esto produjo que el curso de la investigación se abordara con presunción de robo frustrado al azar y consecuentemente, a una multiplicidad de hipótesis, por lo que los fiscales Ana Salinas Odorisio y Gustavo Torres Rubelt entienden que el imputado habría ocultado deliberadamente la existencia de dinero, divisas y/o sustancias estupefacientes contenidos en el maletín", argumentó el Ministerio Público Fiscal.
Según la investigación, los autores materiales, tras quitar la vida a Salas de forma violenta y lastimados ellos mismos, fueron directamente a la habitación, "específicamente al armario y de manera directa al menos uno de ellos, probablemente los dos, identificados por sus perfiles genéticos como H1 y H2. Los rastros biológicos obtenidos por el Servicio de Biología Molecular permitieron afirmar concluyentemente que los victimarios no solo abrieron el maletín, sino que lograron el objetivo de sustraer selectivamente dinero o estupefacientes".
"Suponían que se ocultó información pero para qué sería, no hay motivo. Cajal no dijo que en el bolso había dinero, cualquiera que pueda tener dinero en su casa, los perros no dicen cuánta plata había ni cuándo. A la prueba la hicieron después de dos años. Los perros indican un camino que tenés que seguir con otra cosa. Cajal dijo que el día del hecho en ese maletín no había plata. Los fiscales dicen que sí había", respondió Arancibia.
El abogado consideró que "se transformó una causa judicial en un causa política" cuando asumió el nuevo procurador general. "No hubo ninguna vinculación entre los dos (Vargas y Cajal Gauffín). Ni un llamado, ni un encuentro, no se conocían entre sí. Se va a desnudar la irresponsabilidad de llevar a juicio a dos personas sin ningún tipo de pruebas", aseveró.