Tras semanas de fuerte disputa en la Unión Cívica Radical de Salta, la situación se va decantando a favor del actual oficialismo partidario, luego de que la Justicia Electoral avalara el proceso electoral interno y la decisión de su Tribunal de Disciplina de expulsar al senador Sergio Saldaño y suspender por dos años a 30 referentes vinculados con la oposición interna.
Pero a su vez, acompañando la decisión judicial, se sumó la definición interna sobre quiénes serán los conductores del partido sin llegar a disputar las elecciones previstas para el 14 de marzo. Esto fue así porque al cierre de listas del pasado 12 de febrero, ninguno de los opositores se presentó, o logró los avales departamentales suficientes para hacerlo en la categoría de presidente partidario y delegados para la Convención Nacional. De esa manera, el binomio oficialista conformado por el diputado nacional Miguel Nanni y el intendente de Tartagal, Mario Mimessi, retuvo la conducción del partido una vez más.
Para Nanni, significa su tercer periodo en la presidencia provincial, y esta vez la obtuvo tras aliarse con su eterno rival, el dirigente Rubén “Chato” Correa, quien integraba la lista como delegado nacional y será candidato para la presidencia del Comité departamental Capital. Para esa categoría se presentaron cuatro listas, una de ellas encabezada por el actual diputado provincial Héctor Chibán, quien en estos días se manifestó preocupado por el manejo que se está haciendo del espacio por parte de Miguel Nanni y su familia, aunque reconoció que decidió bajarse de la candidatura provincial por pedido de dirigentes del interior y “para no seguir debilitando al partido y demostrar divisiones”.
Otro sector que apuntó directamente contra el cafayateño fue el de los suspendidos que lideran figuras como Sergio Saldaño, Federico Núñez Burgos y Luis Zavaleta, quienes denunciaron en la justicia que la decisión del Tribunal de Disciplina, integrado por Miguel Nanni padre, fue una proscripción que tuvo como única finalidad allanarle el camino al legislador nacional.
Ese sector también presentó una medida de amparo contra el Tribunal Electoral partidario y el proceso que éste llevaba adelante, aduciendo irregularidades en su constitución y en las reuniones, y que sus integrantes tenían afinidad con el oficialismo. El presidente de ese órgano, Rubén Américo Castro, es el actual jefe de gabinete de Tartagal, y otra integrante de ese Tribunal es Liliana Balero de Nanni, madre del presidente del partido y por entonces candidato.
En diálogo con Salta/12, Miguel Nanni desestimó las denuncias en su contra y recordó que la Justicia Electoral Federal ya había resuelto a su favor, “avalando todo lo actuado tanto por el Tribunal disciplinario como por el Electoral”. Y sobre los denunciantes estimó que “hay una patología de algunos dirigentes que se repite todo el tiempo”, ya que aseguró que las mismas medidas tomaron en elecciones pasadas “y la Justicia Electoral siempre les contesta lo mismo”.
“Hay algo que el juez no puede hacer por uno, que es juntar las adhesiones, caminar las calles y los departamentos”, se despachó y aseveró que ante la impotencia política recurren a la Justicia. Y con respecto a los reclamos del manejo familiar de los Nanni sobre el partido centenario adujo que “tomarse de eso es de una gran hipocresía y cinismo”.
Subrayó que viene de una familia de tradición radical y que cada uno de ellos tiene su trayectoria, “yo no metí a mi familia por la ventana, hubo 90 convencionales que eligieron las autoridades a través de un acuerdo político hecho con todos los que nos critican”.
En cuanto a los dichos de Chibán, sostuvo que “a los proyectos se los defiende con razones y en las urnas”, pero aclaró que para él ya pasó el tiempo de discutir y ahora deberán buscar la unidad “porque no hay que perder de vista que es entre amigos, entre gente de la misma fuerza” y dijo no entender los agravios y la judicialización “cuando están tan cantadas las cosas”.
Sobre su espacio, sostuvo que desde que llegaron a liderar el tradicional partido a nivel local desde 2013, recuperaron el protagonismo, “pasamos de la nada a tener concejales, senadores, diputados provinciales y nacionales, una intendencia importante como la de Tartagal y otra emblemática como la de Cachi”. “No es una casualidad por qué estamos y seguimos”, añadió, y detalló que si bien no hubo elecciones, su lista de confluencia obtuvo adhesión de todos los departamentos en la provincia.
La posición radical
De cara a las próximas legislativas previstas para el 4 de julio, Nanni reconoció que el adelantamiento de las elecciones y la suspensión de las primarias abiertas, los “metió en un brete bárbaro”, y lo consideró un grave error “porque las PASO son una herramienta de participación ciudadana que le da la posibilidad a personas que por ahí no tienen el peso y reconocimiento de un diputado, y con una dieta del Estado, y las pone en pie de igualdad”.
Ante la imposibilidad de dirimir sus candidaturas a través de ese mecanismo, el dirigente radical intuyó que intentarán realizar elecciones directas, pero ante la falta de tiempo, adelantó que lo más probable es que sea a través de la Convención provincial “que es el organismo previsto para elegir los candidatos”. Pero aclaró que esa será una decisión que se tome de manera colectiva.
Nanni se mostró abierto a seguir conformando el frente de Juntos por el Cambio, pero destacó que se definirá de acuerdo a la realidad de cada departamento y el diálogo que surja con los demás espacios que integran el frente. Al igual que la presidenta del Pro a nivel nacional, Patricia Bullrich, declaró que la UCR debe ser oposición a nivel provincial y nacional y vio muy difícil que ese espacio pueda aunar criterios con el saencismo, porque “las coaliciones que estamos buscando son otras”.
Si bien él no renueva en esta oportunidad, no descartó que su espacio lo elija para ser uno de los propuestos para integrar la Convencional Constituyente que encarará la reforma parcial de la Constitución provincial que propone Gustavo Sáenz.