A menos de un mes del femicidio de Ursula Bahillo, que conmocionó a todo el país y desencadenó una multitudinaria marcha en reclamo de "ni una menos" y un petitorio para declarar la emergencia nacional en materia de violencia por razones de género, otra víctima de femicidio, Guadalupe Curual, la sexta en quince días, volvió a dar cuenta de la urgencia del reclamo. El martes, cerca de las diez de la noche, Bautista Quintrinqueo, contra quien Curual había radicado al menos tres denuncias por violencia de género, la persiguió y asesinó en plena calle céntrica de la localidad patagónica de Villa La Angostura.
"Nací para ser libre, no asesinada", señala un cartel que Guadalupe había superpuesto sobre su fotografía de perfil de Facebook, el 7 de septiembre del 2020. Desde la madrugada del martes el pueblo neuquino se encuentra movilizado: el movimiento de mujeres reclamó junto a la comisaría local, frente a la fiscalía, y por la tarde del miércoles se encontraban haciendo guardia en la puerta del hospital, donde permanecía internado el femicida. En la ciudad de Neuquén el movimiento de mujeres también se movilizó frente a la Casa de Gobierno de la provincia.
"Estamos agotadas, con mucho dolor, pidiendo justicia", señaló a este diario Valeria Navarro, ex concejala de Villa La Angostura y hermana de Lucía, la mejor amiga de Guadalupe y con quien convivió durante las últimas semanas en el departamento que ella alquilaba. Además de compartir las cotidianidades de la maternidad -ambas madres de niñas pequeñas- las dos sufrían el hostigamiento y violencia de sus ex parejas. Guadalupe había denunciado reiteradas veces a Quintrinqueo en la Comisaría 28, la única que hay en la localidad sureña, mientras que el agresor de Lucía se encuentra prófugo, con pedido de captura. "A Guada la mató un asesino, pero también la mató la desidia de quienes tienen que resguardar los derechos de las mujeres", advirtió Navarro, que participó de la junta de firmas que en 2019 impulsaron organizaciones feministas para abrir una comisaría de la Mujer en Villa La Angostura. La iniciativa no tuvo éxito por falta de interés de parte de los integrantes del Consejo Deliberante.
Curual, oriunda de Chile, tenía 20 años. Había cursado el secundario en Dina Huapi, municipio de la provincia de Río Negro, y en Villa La Angostura alquilaba un departamento, donde convivía con su amiga Lucía desde hacía algunas semanas. Su padre, que reside en Villa Llanquín, y su hermano, que vive en Bariloche, viajaron a la ciudad neuquina este miércoles, para asistir a la hija de Guadalupe, una bebé de poco más de un año. "Era una chica amorosa, muchos la conocíamos de la panadería donde trabajaba, en el Centro. Acá nos conocemos todos. Lo que pasó es terrible y el pueblo entero va a estar de luto por varias semanas", señaló Susana Lara, periodista local e integrante de la comunidad mapuche Lof Paicil Antriao.
Durante toda la tarde del miércoles hubo movilizaciones en distintos puntos de la ciudad en reclamo de justicia por Guadalupe. Al final del día, Quintrinqueo fue trasladado a una dependencia policial en San Martín de los Andes, donde será sometido a una audiencia de imputación. La fiscalía adelantó a la agencia Télam que el agresor será imputado por el delito de "homicido calificado por femicidio". Este jueves, el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial hará la autopsia al cuerpo de Curual.
La primera denuncia que había hecho Guadalupe fue en julio del año pasado. La Justicia ordenó entonces una restricción perimetral para que el agresor no pudiera acercarse a la denunciante. El 11 de enero, Guadalupe volvió a recurrir a las autoridades, porque Quintrinqueo no cumplía la orden, y a principios de febrero volvió a advertir sobre la situación ante la Oficina de Violencia del Poder Judicial. "La perimetral no fue controlada por nadie. Él llegaba hasta la puerta de su casa", relató Navarro. Durante los últimos dos días, el femicida le enviaba mensajes "diciéndole tal cuál cómo la iba a matar. Él estaba dispuesto a atacar a todas las personas que estuvieran cerca de Guada", agregó la mujer, que afirmó que su hermana Lucía "se salvo por unos minutos" ya que, cuando el hombre atacó a su amiga, ella había ido a llevar a su hija a la casa de su madre.
En el momento del ataque, que sucedió en pleno centro turístico, junto a la estación de servicio a la entrada de la ciudad, intervino una mujer policía del municipio de Zapala, que se encontraba allí de vacaciones. El femicida, luego de escapar y generarse heridas en su propio cuerpo, como si quisiera suicidarse -una actitud que se repite en otros casos de femicidio-, fue aprehendido por efectivos locales y trasladado al hospital, donde estuvo bajo custodia policial, con una orden de detención que ordenó la fiscalía que investiga la causa. En el crimen también resultó herido un hombre, que según informó el fiscal Fernando Rubio, era la pareja actual de Guadalupe. Por la tarde del miércoles, el hombre fue trasladado a un centro de salud de Bariloche.
Lo que no funciona
Tras el femicidio de Ursula Bahillo, el 8 de febrero en la localidad de Rojas, en la provincia de Buenos Aires, distintas organizaciones feministas y de Derechos Humanos, advirtieron sobre las fallas en el sistema judicial y la falta de control en las políticas de prevención hacia las situaciones de violencia por razones de género. El caso de Guadalupe pone otra vez sobre la mesa la falla de las instituciones que no llegan a tiempo para prevenir los femicidios. "Evidentemente algo está fallando. El femicidio de Guadalupe nos demuestra hasta dónde tenemos que hacer autocrítica y mejorar", señaló a este diario Patricia Maistegui, subsecretaria de las Mujeres del Gobierno de la provincia de Neuquén y advirtió que "las medidas de la Justicia no alcanzaron. Hoy una restricción no resuelve el problema, tenemos que profundizar la mirada para dar respuestas antes de que los femicidios ocurran".
Para Maistegui, desde el Gobierno "se hacen muchas cosas, pero evidentemente son insuficientes". En ese sentido, la ministra nacional de Mujeres, Géneros y Diversidad informó que presentó un escrito ante la Fiscalía de Villa La Angostura, a cargo del fiscal Fernando Rubio, para que la investigación del femicidio se realice con perspectiva de género y en el marco de los instrumentos internacionales de derechos humanos de los que el Estado argentino forma parte. "Cada femicidio es un dolor irreparable y reafirma la certeza de seguir exigiendo la transformación del sistema judicial", expresó la ministra, Elizabeth Gómez Alcorta.
Un femicidio cada 26 horas
Según las cifras que registra el Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, en lo que va del 2021, 49 mujeres fueron víctimas de femicidio, es decir que, cada 26 horas, murió una mujer. De las víctimas, el 70% fue asesinada por su pareja o ex pareja, como el caso de Ursula y también en el de Guadalupe, y el 16% de estas mujeres habían denunciado a los agresores, mientras que solo el 8% contaba con alguna medida judicial.
El 13 de febrero el presidente Alberto Fernández anunció la creación del Consejo Federal para el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios y ratificó la "convicción" del Gobierno de "dar respuesta ante los hechos de violencia extrema" en contra de las mujeres y el colectivo LGBTI ante los alarmantes números de casos de violencia de género. Sin embargo, ni las políticas públicas ni el grito constante de "ni una menos" alcanzaron para detener la alarmante cifra que suma cada día una nueva víctima de la violencia patriarcal.