El peritaje de los teléfonos celulares de Ursula Bahillo, la joven de 18 años asesinada hace más de dos semanas en la localidad bonaerense de Rojas, y del policía detenido por el femicidio, Matías Ezequiel Martínez, reveló que el acusado engañó a la víctima el día del crimen al pedirle un encuentro para aclarar algunas “cosas”.
El resultado del peritaje de los celulares hallados en la escena del crimen es “clave” para determinar si hubo premeditación por parte del policía, ya que asistió al encuentro con una cuchilla con la que atacó y mató a Bahillo.
Fuentes judiciales informaron que, según lo que se encontró en los chats entre los jóvenes, Martínez le había pedido a Bahillo encontrarse personalmente el 8 de febrero, ya que tenía supuestas intenciones de aclarar algunas "cosas" con la joven y charlar acerca de las denuncias que le había realizado.
“Se ve que él (Martínez) ya tenía un plan premeditado porque fue con un cuchillo, así que ya él había planificado lo que pasó”, indicó a Télam una fuente con acceso al expediente.
El imputado, además, fue sometido a un examen mental obligatorio. De acuerdo a lo que le adelantó el médico psiquiatra al fiscal del caso, Sergio Terrón, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de Junín, Martínez está en condiciones de afrontar un juicio y es plenamente consciente de lo que hizo, por lo que descartaron una posible inimputabilidad.
La semana pasada, el policía bonaerense fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por un hecho de violencia de género cometido en 2017 contra Belén Miranda, una expareja. Días antes de su asesinato, Bahillo se había puesto en contacto con la joven agredida.
Martínez (25) está detenido en la Alcaidía Penitenciaria de Junín, acusado del delito de "femicidio agravado por alevosía y ensañamiento" por el caso de Úrsula, por el cual se espera para los próximos días el pedido de prisión preventiva por parte del fiscal Terrón, y ahora también condenado por la agresión a Miranda. Sobre el policía también pesa la acusación de abuso a una niña.
Bahillo fue hallada el lunes 8 de febrero cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar la policía apresó a Martínez, quien se había provocado lesiones con el arma homicida.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que "se había mandado una cagada".
Bahillo había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.