La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó este jueves su preocupación por la covid persistente o de larga duración e instó a los 53 países que componen la región europea a tomar acciones frente a esta nueva enfermedad desde un enfoque multidisciplinar, a desarrollar tratamientos, a fomentar investigaciones y a impulsar medidas destinadas a proteger los derechos laborales y sociales de las personas afectadas.
La "covid larga", como la denominan algunos especialistas, afecta a una cuarta parte de los pacientes un mes después de haber superado la infección con SARS-CoV-2 y a uno de cada diez hasta doce semanas después del alta. De acuerdo con un informe elaborado por el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud, se trata de la persistencia de algunos síntomas como dolores musculares, dolores de pecho, fatiga, problemas de respiración y lagunas mentales.
La probabilidad de sufrir esta enfermedad, plantea el informe, no parece estar asociada con la severidad de la infección inicial. Lo que sí se observa entre los casos detectados, sostiene el estudio del Observatorio, es que algunos grupos están aparentemente más dispuestos a padecerla, como los trabajadores sanitarios y las mujeres.
"Se trata de una enfermedad que puede tener un impacto enorme en la vida de la gente. Muchos son incapaces de volver a trabajar o tener una vida social, muchos han descrito cómo afecta a su salud mental, sobre todo porque su evolución varía a menudo", señaló en una conferencia de prensa Martin McKee, uno de los autores del informe.
Por eso, remarcó el director de OMS-Europa, Hans Kluge, quienes sufren ese mal "deben ser escuchados". La covid de larga duración, insistió, es una "clara prioridad" para este organismo y debería serlo también "para cada autoridad sanitaria", por lo que pidió a los países miembros que elaboren una agenda de investigación integral para maximizar el impacto de los tratamientos y mejorar sus resultados a largo plazo.
Con este objetivo, anunció el funcionario, se convocará próximamente a los responsables sanitarios nacionales para consensuar una estrategia conjunta.
Coronavirus en Europa y nuevas variantes
Según informó la OMS durante la conferencia de este jueves, el número de casos de covid-19 en Europa roza los 38 millones, con 850.000 muertes. Aunque el número de nuevos contagios se ha reducido a la mitad desde finales del año pasado, las cifras actuales son diez veces superiores a las de mayo y la mayoría de países tienen niveles altos o muy altos de transmisión comunitaria.
Sin embargo, Kluge reiteró la hipótesis de la OMS que sostiene que la pandemia podría terminar a principios de 2022, lo que no implica que el virus haya sido erradicado completamente. Pese al optimismo del organismo, aclaró que la evolución del virus es impredecible y que todo dependerá del comportamiento individual y colectivo.
Una de las principales preocupaciones, en ese sentido, radica en las nuevas mutaciones del coronavirus que surgieron en los últimos meses, especialmente las de Reino Unido --que se ha propagado ya a la mitad de los estados miembros de la región europea y sigue creciendo--, Sudáfrica y Brasil.
"La mejor estrategia para mitigar la aparición de nuevas variantes y controlarlas es eliminar la transmisión del virus. Cuanto más podamos suprimir la transmisión, menos probable será que surjan nuevas y será más fácil responder a los nuevos casos", afirmó la responsable de Emergencias de la OMS, Catherine Smallwood, señalando que las mutaciones obligan a repensar las estrategias para obtener una mejor respuesta.
"Los virus solo mutan cuando se replican, y ya hemos visto que los lugares donde han aparecido nuevas mutaciones son los que tienen alta transmisión comunitaria, no Nueva Zelanda, Vietnam o Australia", agregó McKee, quien criticó a quienes defienden una amplia reapertura de las economías y las sociedades una vez que los grupos de riesgo hayan sido vacunados.
Si bien la vacuna es una gran herramienta para controlar el virus, advirtieron los expertos y expertas de la OMS, no se trata de una "fórmula mágica". Es importante, en este contexto, que se mantengan las medidas de cuidado y se permanezca en alerta ante la aparición de nuevas variantes, un camino que según denunció McKee no se está cumpliendo en todos los países europeos, ya que algunos no están dedicando los esfuerzos necesarios para secuenciar las muestras aunque tienen los recursos para hacerlo.