Desde el inicio de la presidencia de Mauricio Macri, en diciembre de 2015, la inflación se disparó ubicándose en los niveles más altos de los últimos 14 años. En tan solo un año algunos rubros se incrementaron el 100 por ciento y la inflación llegó a casi el 54 por ciento en 2019. A lo que se le sumaron los aumentos de tarifas, que destruyeron en conjunto los ingresos familiares. El resultado fue la devastación no sólo de la clase media, sino de casi toda la sociedad.
De acuerdo a la modificación en la estrategia de seguimiento del Indice de Precios al Consumidor, el Indec desagregó las muestras por zonas, a partir de 2017, siendo la del Gran Buenos Aires una de las seis regiones que integran ese relevamiento. Durante el primer trimestre de 2017 en la región GBA, la inflación acumulada se ubicó en 6,32 por ciento y, según el IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cifra llegó a 7,16 por ciento.
Con respecto al pan francés, en junio de 2017, el índice de precios al consumidor del Indec marcó 38,64 pesos el kilo. En el último mes de ese año, el kilo llegó a 40,55 pesos. En enero de 2018, el IPC registró el kilo de pan a 41,29 pesos, para finalizar el año en 73,50.
En los primeros cinco meses de 2018 la inflación acumulaba un 11,9 por ciento, según el Indec, lo que evidencia un fracaso de la política antiinflacionaria del gobierno de Cambiemos. Ningún dato mensual de 2018 fue menor al del mismo mes del año anterior.
Fue en 2019 cuando el impacto se sintió más en la mesa de los argentinos y argentinas, y específicamente en el precio del pan debido a la suba en los costos de las bolsas de harina. El kilo de pan pasó de 75 pesos en enero a superar los 100 pesos en octubre, llegando a más de 108,02 pesos en diciembre. De acuerdo al Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA), el pan y los cereales registraron una suba de 3,3 por ciento en abril de 2019 con respecto al mes anterior.
El precio del sachet de 1 litro de leche fue desde los 20 pesos en junio de 2017 a 45 pesos en junio de 2019, llegando a 51 pesos en diciembre de 2019, según el Indec. Es importante destacar que aquí también incide la brecha de la desigualdad, algunos hogares pueden mantener y superar las dosis recomendadas por especialistas de la Organización Mundial de la Salud mientras que otros tantos han dejado de consumir por completo derivados lácteos, como quesos y yogur y hasta la misma leche.
Con este escenario se encontró el Frente de Todos en diciembre de 2019. Dos meses después sobrevino la catástrofe de la covid-19 produciendo un impacto histórico y global en la salud y la economía. Es importante a la hora de analizar el presente, sin perjuicio de observar su complejidad, tener presente que transcurrió sólo un año y dos meses de gestión del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. La tarea de combatir la inflación elevada heredada se da en el marco de un contexto inédito en la historia mundial.
* Abogado Laboralista. Presidente de FUENTES.