No es que hayan cambiado de vereda, ni que consideren que el gobierno tiene una idea económica diferente a la que ellos, como economistas del establishment, siempre postularon. Simplemente, creen que lo está haciendo mal, torpemente y con gente incapaz para la función pública. En el fin de semana fue José Luis Espert quien lanzó que la economía estaba manejada “por millonarios que saben ganar plata pero de economía no entienden nada”, y ayer fue Miguel Angel Broda, desde una posición ultraortodoxa, quien advirtió que “no hay plan A ni plan B, porque no hay plan económico; Argentina es un enfermo grave muy complicado, que requiere de una junta médica muy profesional; y tenemos ejecutivos muy exitosos en la vida privada que no están entrenados para enfrentar esto”.
En una entrevista por Radio Mitre, Broda describió un cuadro de graves contradicciones en la política económica del gobierno de Mauricio Macri. “Se ha elegido el camino de una política monetaria, de metas de inflación, para reducir la inflación; y una política fiscal extraordinariamente expansiva, financiada con ahorro externo (endeudamiento), y esta combinacón genera problemas en el corto y en el largo plazo”, definió. “Estamos en presencia de un conflicto muy importante, agravado por las urgencias del gobierno por ganar las elecciones; claramente, se trata de compensar el resultado de prender el aire acondicionado y la calefacción al mismo tiempo, por políticas expansivas del gasto, y la historia argentina muestra que cuando se intenta eso, el resultado en el nivel de actividad y el empleo es muy mediocre”.
También se refirió a las medidas específicas y a sus efectos. “Bajar la inflación con la tasa de interés va a tener costo en empleo; hay que tratar de hacer remiendos que dañen el traje de largo plazo lo menos posible”. Los intentos de incrementar el consumo, señaló, chocan con que “son más baratos los bienes importados y la gente gasta mucha plata en turismo y compras por Internet”. Broda se reservó un párrafo para dejar en claro su alineamiento. “Obviamente que voté por Macri, y habernos salvado de Maduro (en referencia al presidente venezolano) no tiene precio, pero esto hay que rectificarlo; hace falta un programa de estabilidad y visión de país normal que no existe porque estamos obnubilados por el 22 de octubre”, día de las elecciones legislativas nacionales.