El genocida Jorge Balla sigue en prisión domiciliaria, pese a la presentación realizada a mediados de enero por una joven pareja vecina, en la ciudad de Santa Fe, para informar sobre los reiterados incumplimientos del condenado a prisión perpetua por la masacre de Ituzaingó y Las Heras en la capital provincial. El convicto llegó a trepar por el tapial de la casa para hostigarlos, y también los agredió por la calle. "Montonero, hijo de puta, te voy a matar, te voy a agarrar por el patio", le dijo al joven, que es hijo de un ex preso político. El abogado Guillermo Munné, que patrocina a la pareja amenazada, presentó el pedido acompañado por el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe, así como organizaciones de derechos humanos de toda la provincia. "Es inaudito que no se tome una medida clara y contundente", expresó Munné en diálogo con Rosario/12, y agregó: "A mediados de enero detallamos un conjunto de violaciones de la domiciliaria que determinarían un cese inmediato del beneficio para cualquier evaluación seria. Como agravante, en este caso hay perjudicados gravemente, porque esta familia vecina tiene muy afectada su posibilidad de ejercer su libertad y su derecho a la salud".

Daiana y Juan, la pareja, tienen una beba de pocos meses, y los hostigamientos comenzaron cuando la joven estaba embarazada. No usan el patio de su casa, lindero a la casa del genocida, por los hostigamientos. En la casa donde Balla cumple su condena funcionaba la peluquería de la esposa, de modo que la circulación de personas era permanente. Tras la presentación judicial, el comercio ya no está abierto y la familia del convicto instaló rejas, que debían haber estado de antes. "No entiendo cómo puede ser tanta impunidad. Él puede hacer lo que quiera y nosotros ni siquiera tenemos la libertad de usar nuestra casa", expresó Daiana. El 5 de diciembre pasado ocurrió el violento episodio que derivó en la presentación judicial, cerca de las 23. Daiana pidió que los nietos de Jorge Balla se corrieran de enfrente de su ventana para que la beba, entonces de cinco meses, pudiera dormir. Lo que siguió fue una batahola con amenazas e insultos en los que participaron el represor condenado y sus hijos Martín y Maximiliano. Martín es agente penitenciario --y recibió una sanción por este episodio-- y Maximiliano es el garante del cumplimiento de la domiciliaria ante la justicia. 

El 27 de agosto de 2019, Balla fue condenado en el marco del juicio que llevó adelante el Tribunal Oral Federal de Santa Fe constituido por Luciano Lauría, Mario Gambacorta y Otmar Paulucci. Lo encontraron culpable como coautor del homicidio doblemente calificado en perjuicio de Osvaldo Pascual Ziccardi, Ileana Gómez, Carlos Frigerio y Jorge Luis Piotti. 

Sin embargo, Balla recibió el beneficio de la prisión domiciliaria basado en informes médicos que, para Munné, no acreditan los requisitos exigidos en todo el país para condenados por delitos de lesa humanidad. "El Tribunal Oral de Santa Fe tiene una política muy laxa, no les preocupa que cualquier médico firme los informes, cuando los genocidas tienen 70 años les dan el beneficio automático de irse a la casa, sin medir si hay algún inconveniente para que cumplan la condena en prisión. A diferencia de otras jurisdicciones, donde se hacen informes de mayor profundidad", expresó el querellante en causas por delitos de lesa humanidad.  

En especial, con Balla --relató Munné-- se basaron en "un informe médico ridículo, donde se dice que tiene presión alta y va a estar más contenido en la casa, y con eso le dieron en su momento la domiciliaria para evaluar cada seis meses, pero nunca la evaluaron". 

Por eso, la extensa y detallada presentación de enero enumera "un conjunto de violaciones de la prisión domiciliaria que determinarían un cese inmediato para toda evaluación seria". Para Munné, hay una voluntad política de mantener los beneficios. "Es un tema claro, salvo para los actores judiciales involucrados, que evalúan que esto no solamente complica el privilegio de Balla sino el de algunos más", consideró el profesional.

"El tiempo que se está dando el Tribunal y también la Fiscalía --a cargo de Martín Suárez Faisal-- es lentísimo, si se tiene en cuenta el padecimiento de estos vecinos. En un contexto donde nadie se viera perjudicado, la acumulación de trabajos podría explicar esta demora, pero hay una familia que está pasándola muy mal. No se puede aceptar", reclamó Munné. El jueves, la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe aprobó por unanimidad una declaración que repudia la domiciliaria de Balla, ante una iniciativa del diputado provincial Carlos del Frade.