La propuesta de la gobernadora María Eugenia Vidal de firmar un acuerdo salarial por tres años con los docentes generó críticas en los gremios, que lo calificaron como un intento de Vidal de suspender las negociaciones paritarias durante su mandato. Para los dirigentes, no hay espacio para plantearse un acuerdo hasta 2019 “cuando ni siquiera se está resolviendo la paritaria de este año”. “La gobernación no puede pretender que no discutamos salarios hasta 2020, en un contexto tan cambiante como el de nuestro país”, señaló Mirta Petrocini, titular de la FEB. En el mismo sentido, Miguel Angel Díaz, de Udocba, apuntó que “no estamos en Suecia” y consideró que aceptar la idea sería “suicida”. También entre los docentes privados del Sadop la lectura es que, con un gobierno que busca imponer la baja de los salarios y avanza sobre derechos laborales, firmar una paritaria por tres años sería “encorsetarse”.
La negociación entre la provincia y los maestros está en un cuarto intermedio. La pelota quedó en manos de la gobernación, que citará a los sindicatos a una próxima reunión, con una propuesta mejorada. Los gremios, mientras tanto, no llamarán a nuevas medidas de fuerza.
La oferta para cerrar un acuerdo salarial por tres años consistió en un 20 por ciento para 2017 más el compromiso de pagar, en 2018 y 2019, un 10 por ciento por encima de la inflación que haya registrado el Indec. La gobernación apuntó que de esta forma los salarios tendrán garantizado ganar poder adquisitivo.
Sin embargo, a los dirigentes la propuesta no les cierra. “El desarrollo de este conflicto está muy relacionado con la diferencia que tenemos los trabajadores y el gobierno sobre cómo la política económica está deteriorando el salario y las condiciones de vida”, explicó Silvia Almazán, de Suteba. “Hasta ahora, la provincia no hizo una oferta con la que podamos recuperar los perdido durante 2016; el aumento para 2017 tampoco garantiza que ningún docente quede por debajo de la línea de pobreza”. Para el Suteba, Vidal está haciendo una oferta a la baja. Y en esta situación, “no hay certezas para que un acuerdo a tres años no lesione derechos salariales y laborales, ni limite el funcionamiento periódico de la paritaria”.
“El gobierno sigue con el mismo paradigma, achicando salarios en función de que no crezca la inflación, pero la inflación sigue galopando sola y sin consumo. La propuesta sigue sin resolver el problema de los diez puntos que perdimos por la inflación en 2016”, dijo Díaz a PáginaI12. Para el titular de Udocba, “si Neuquén dio el 30 por ciento, Buenos Aires puede hacerlo: es una decisión política”.
Petrocini, por su parte, cuestionó que “las autoridades le digan a la sociedad que una propuesta a 3 años ayuda a que los padres no tengan cada año la incertidumbre por el comienzo de clases, porque la incertidumbre se termina si el Estado se sienta a dialogar y no dilata los tiempos”. La dirigente de la FEB también sugirió así que tras el esquema de un acuerdo por tres años se esconde la intención de recortar derechos laborales.
Un antecedente directo es el modo en que el gobierno nacional suspendió la paritaria nacional. El año pasado, el ministerio de Educación firmó con los gremios una cláusula de ajuste automático del salario inicial docente, para que suba automáticamente cada vez que se aumente el salario mínimo, vital y móvil, hasta quedar un 20 por ciento por arriba. Cambiemos usa esa cláusula como excusa para no convocar a la paritaria federal, ya que sostiene que no hay necesidad de realizar la paritaria si el salario inicial de los maestros quedó atado a las actualizaciones del mínimo, vital y móvil. Al mismo tiempo, la admnistración macrista se desentiende de lo que pase con el resto de los sueldos docentes: cada provincia pagará lo que pueda, han dicho el presidente Mauricio Macri y su ministro de Educación. Suspendida la paritaria nacional, también quedaron sin un ámbito de negociación cuestiones como la capacitación docente (el programa de formación gratuito fue desguazado), el Fondo de Incentivo, los programas socioeducativos (que tuvieron miles de despidos), la distribución gratuita de libros y netbooks. La podadora del ajuste pasó por todos esas áreas, contribuyendo al deterioro de la educación pública que el gobierno alega defender cuando avanza con medidas para quebrar los paros.