Algunas veces con paros, otras con grandes pompas y hasta con anuncios de cohetes a la estratósfera para viajar a Japón, los inicios de clases en Salta más o menos siempre seguían ciertas rutinas, como por ejemplo el repentino aumento, temprano a la mañana, de autos en la calle y pasajeros en los colectivos.
Pero la pandemia se llevó puesta la normalidad y mañana hay grandes chances que se viva una difícil jornada ya que están dadas todas las condiciones para una tormenta perfecta.
El principal foco de atención será la respuesta que tendrá SAETA ante el aluvión de guardapolvos blancos que pecharán por subirse a los colectivos, con o sin acompañantes.
Por lo pronto, previsor el COE sabiendo lo que se venía, se puso firme y diseñó un esquema para que colegios, empleados públicos y comerciantes entren escalonados entre las 8 y las 10. De tres solamente embocó uno, los alumnos arrancan más o menos a las 8 y los otros... también.
Entonces activó el plan B, colectivos solo para estudiantes y esenciales entre las 7 y las 8:30, justo el horario en el que todos se empecinan en querer andar en colectivos para llegar a sus trabajos. Así que ahora los ciudadanos que ya terminaron la secundaria y que además son comunes para la pandemia (o por lo menos no son esenciales), para viajar en Saeta tempranito deberán tener carga en la tarjeta y apalabrarse a un alumno de primaria para hacerse pasar por acompañante, quizás a cambio de un sobre de figuritas.
Más allá del mal humor que generó la disposición del COE en la previa, la verdad se sabrá este mismo lunes cuando el reloj marque las 7. A partir de ahí los choferes deberán velar por no chocar, no pasarse un semáforo en rojo y contar de a ratos que no haya más personas paradas de lo permitido (10 para unidades comunes, 30 para los articulados).
Cada tanto tendrán el refuerzo de algún inspector de SAETA o la AMT, que además de ayudarlo con el conteo, serán los encargados de cerciorarse que todos los que estén arriba del colectivo lo merezcan, sino eyectarán en la próxima parada a los polizones que osaron viajar flojos de papeles.
Con estas medidas, desde el COE imaginan que las unidades tenderán a parecerse a un prolijo avión de Lufthansa con todos los pasajeros sentados, pero hay altas posibilidades que el colectivo esté más cerca de parecerse a una Chiva rumbera colombiana, lleno de personas bailando al ritmo de las calles poceadas de la capital salteña. En 24 horas tendremos el resultado.
Por otro lado en maratónicas 48 horas, el Gobierno logró cerrar las paritarias 2020 y 2021 con los docentes (y por lo tanto con el resto de la administración pública). Cuando la semana pasada se analizaba cuáles eran los beneficios de haber pateado para más adelante la deuda en dólares por el Fondo del Bicentenario, este acuerdo salarial es la respuesta: parte de los 16 millones de dólares que tenía que poner la provincia ese mismo viernes si no había acuerdo, se convirtieron en un bono de 10 mil pesos que cobrarán los más de 80 mil empleados estatales de la provincia.
Ahora con la tranquilidad económica, los docentes podrán seguir imaginando alternativas para aplicar en las burbujas con protocolo casi de quirófano que implementarán, por ejemplo, en salita de 4. Como cantaría Joan Manuel Serrat: niños eso no se hace, eso no se dice, pero por sobre todo no se toca, y si se toca inmediatamente se les colocará alcohol en gel.
Párrafo aparte para la distribución semanal de las clases. Hay colegios que dividieron alumnos en días alternados, lunes, miércoles y viernes unos; martes y jueves los otros. Rotando cada semana y hasta con diferentes horarios de salida. Otros directamente clases todos los días. Lo más creativos van con un grupo diferente por semana. Conclusión: los traumas de niños y niñas olvidados por sus padres durante largos minutos en las puertas de la escuela porque se olvidaron de buscarlos cuando correspondía, marcará a toda una generación.
A reformar, a reformar
Parió la reforma constitucional nomás. A pesar de los últimos intentos de los opositores para colar otros temas, al texto aprobado en el Senado no se le cambió ni una coma y ya hay luz verde para que se elijan los convencionales constituyentes que después de un par de décadas meterá mano en la Constitución.
Al final, que el tratamiento del proyecto haya sido express y resuelto en un par de semanas terminó siendo beneficioso para la oposición, ya que si se estiraba un tiempo más, el Partido de la Victoria, por ejemplo, corría grandes riesgos de terminar en un monobloque, producto de las ro$cas del mientras tanto.
La reforma que se habilitó tiene más de revisión que de reforma, ya que volvería a imponer puntos que las modificaciones de 1998 y 2003 habían cambiado, como la limitación a dos reelecciones del gobernador y la inamovilidad de los jueces de Corte. Las novedades absolutas serán las limitaciones a los mandatos de los legisladores y la extensión a cuatro años para los concejales.
Pero más allá de la Constitución en sí, la votación de los convencionales agrega un condimento más al 4 de julio, porque para esta categoría pueden presentarse (y analizan hacerlo) los grandes referentes de cada espacio, que de esta manera le darían un vuelo a una elección legislativa que pintaba bastante gris y sin grandes candidatos, y con una campaña limitada por la pandemia.
De hecho, desde un sector del oficialismo ya lo imaginan al propio gobernador encabezando la lista de convencionales por la capital. De esta manera se cumpliría el dicho futbolero del que tira el centro y cabecea la pelota. Sáenz impulsó el proyecto de reforma y Sáenz votará a su propia propuesta en la Convención.
Como en un guión épico de Hollywood, Gustavo pide la palabra en el epílogo para cerrar una larga jornada de debate antes de la votación. Allí ensaya un emotivo y republicano discurso, en el que no faltará alguna anécdota familiar, Dios, el Señor del Milagro y, en el año del Bicentenario de su muerte, Güemes. Aplausos cerrados. Alguna lágrima entre los talibanes que nunca faltan. Se aprueba la reforma. Ahí nomás se la jura. Baldazos de bronce para todos y a festejar a la Plaza 9 de Julio este nuevo triunfo de la Democracia.
Quedarán para mejor oportunidad los otros temas propuestos para incorporarse en la Carta Magna y que hubiesen enriquecido la tarea de la Convención, que ahora se limitará a los burocráticos artículos electorales, cuya fundamentación ya está agotada, y a ponerle fecha de vencimiento, o no, a los nueve jueces de la Corte de Justicia.
Quizás lo más interesante se dé cuando se pongan las cláusulas transitorias, en las que se determinará desde cuando se empiezan a contar los primeros mandatos, y si la inamovilidad corre para los magistrados actuales o para los que están por venir.
Ave, Caesar, morituri te salutant
Y mientras todo eso pasa, los casos de coronavirus se multiplican de 100 en 100 casi todos los días, los porcentajes de ocupación de cama de terapia intensiva llega a niveles de cuidado y el número de fallecidos no deja semana sin incrementarse.
Pero con la misma resignación, valentía o inconsciencia de los gladiadores romanos, los salteños parecen haber decidido hacerle frente al destino, a pesar de que puede esconder en lo inmediato una tragedia para sí mismo o para un ser cercano.
O sea básicamente hemos decidido hacernos los boludos (perdón por el exabrupto, pero es una actitud que no admite sinónimos) y seguir como si todos estuviéramos inmunes al Covid por vivir a 1200 metros sobre el nivel del mar... Hasta ya es cada vez más frecuente ver circular gente sin barbijo por la calle.
En tanto el COE, se suma a la movida y anuncia que está evaluando autorizar la vuelta de los hinchas a la cancha. Igual con el nivel que habitualmente muestran Central, Juventud y Gimnasia, más los precios de las entradas, no habrá necesidad de diseñar ningún protocolo, el distanciamiento en la tribuna se va dar solo, como ya sucedía antes de la pandemia.
Y a todo esto el ministro Esteban, mientras sigue con sus tareas de ministro, campea un temporal autoinflingido luego de ventilar las condiciones y los arreglos con el gobernador para asumir. Lo positivo es que por lo menos la campaña de vacunación avanza, sin la prisa que sería óptima, pero tampoco sin pausa.
En resumen: clases presenciales salteadas, colectivos matutinos para pocos, deuda pateada para el 2023, elecciones en 4 meses, constitución nueva en 8 meses, fiestas clandestinas a la orden del día, positivos en alza, hinchas en las canchas y vacunas lentas pero constantes. Y encima si todo falla y la cosa se pone más fea, todavía se lo puede llamar a Francisco Aguilar. En tu cara Batman.