“Salta es pionera en la implementación de la Ley Nacional de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios”, indicó esta semana el Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, al afirmar que hay cinco Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), habilitados en distintos municipios. Se vanaglorió con ello de convertir a la provincia en “una de las primeras en cumplir con la Ley destinada a cuidar la salud de las personas y el medio ambiente”, según señalan en un parte de prensa oficial.
Sin embargo, la utilización de los envases vacíos para acumular agua es moneda corriente en las comunidades originarias del norte salteño. “Algunos finqueros lo dejan en la finca. Hay un camino que recorremos para recolectar frutos. Y los dejan tirados y cuando vienen vientos los envases llegan acá o la gente se los lleva”, contó a Salta 12 Fabián Fernández, cacique de la comunidad La Chirola, ubicada en los alrededores de la ruta 81 a la altura de Dragones (en el departamento San Martín).
Aunque los lavan con detergente o jabón para poder utilizarlos como recipientes de agua, según la información que dio la misma provincia, a “los envases que ingresan a los Centros de Almacenamientos (…) se los envía a un operador con la posibilidad de reciclarlos o, según corresponda, darles disposición final”. Y es que el hecho de que sean destinados como recipientes para acopiar agua implica un peligro para la salud.
Pero la convivencia con los agrotóxicos no es opción para las comunidades. Pues no cuentan con recipientes apropiados para acumular el agua que deben acopiar sobre todo en las épocas de calor (en la zona la temperatura puede llegar a los 45 grados bajo la sombra) y de sequía. No hay distribución masiva de tinacos que les permita tener un recipiente adecuado para ese fin, y quienes los tienen es porque lograron comprarlos. Pero en general, el bidón de herbicidas es uno de los tantos recipientes que se acumulan para juntar agua.
Tampoco están ajenos a la aplicación cercana de los agrotóxicos dado que están a 50 o 100 metros de las fincas que los usan, y les terminan llegando los olores y generando descompostura. “Yo creo que la empresa debería juntarlos por lo menos”, consideró el cacique.
“El tema es que todas las comunidades los están usando porque no tienen otra alternativa, porque siempre escasea agua”, contó por su parte el cacique de Misión Carboncito y presidente de la Asociación La Nueva Integridad, Ceferino Vallejos. El agua que se junta es la de las lluvias o de los camiones cisterna que pasan por las comunidades. “No tenemos como conseguir”, otros recipientes y “muchas veces pedimos tinacos o ayudas para que puedan tener un buen recipiente para consumo para la familia”, contó.
En su experiencia familiar existe el caso de un sobrino que vivía en Rivadavia Banda Sur y “hace poco lo mandaron a Buenos Aires por problemas de salud”. Al volver, el médico prohibió a la familia que el chico tome otra agua que no sea mineral, dado que ellos juntan el líquido que toman en estos recipientes. “Parece que era por la contaminación del agua el problema” de salud de su sobrino, estimó. Ante ello, la familia compra el agua para el paciente, pero les implica una suma de 150 pesos por una botella de litro y medio. Los bidones grandes de agua al mineral “no ingresan a nuestra comunidad”, indicó. Y el problema es que en más de una ocasión, no alcanza el dinero comprar este insumo.
“En la comunidad hay un pozo que se conecta con mangueras y hay tres tinacos. Y cada casa tiene tachos de 200 litros que compramos y que antes eran de aceite o gasolina”, dijo por su parte el referente de la comunidad El Traslado (también del departamento San Martín), Roberto Sánchez. Afirmó que no usan los bidones de agrotóxicos “porque sabemos que es veneno”. Sin embargo, quienes conocen el lugar afirmaron que antaño si se utilizaban esos bidones, y que en los alrededores de las fincas “se ven los bidones que están tirados”. Sánchez solicitó hacer público que los tinacos que tiene su comunidad ya están viejos y necesitarían su renovación.
Para los campos que envuelven a las tres comunidades (y muchas otras), el CAT más cercano y, en funcionamiento según la información del Ministerio de Producción, se encuentra en Embarcación (uno de los municipios del departamento San Martín).
Apoyarse en la responsabilidad de los agropecuarios
En el marco del anuncio de la apertura de los CAT, el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos, se reunió con Ignacio Stegmann, director ejecutivo de Campo Limpio para revisar los avances y planificar las acciones a seguir. En la reunión, de los Ríos especificó que el éxito de la gestión también se apoya en la responsabilidad demostrada por los productores agropecuarios, principales usuarios de estos Centros.
Stegmann por su parte explicó que Campo Limpio es una asociación ambiental destinada a recuperar y tratar adecuadamente los envases vacíos de fitosanitarios. "Salta es una de las primeras provincias en desplegar este sistema de gestión, ya tiene 5 centros establecidos en el territorio y durante 2021 se habilitarán dos más, permitiendo a los productores tener un lugar en dónde entregar los envases" dijo.
Según surge del sitio Infocampo “Stegmann ocupó el cargo de titular en el parque de la Innovación en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Además es socio y director de Agrotamia y de Lavista y Stegmann, empresas familiares dedicadas al acopio y comercialización de granos, venta de agroquímicos y fertilizantes, a la producción agraria y a la producción vacuna”.
Una acumulación en aumento
Un informe de la Secretaría de Ambiente de la provincia, indica que en la provincia de Salta los envases de productos fitosanitarios están en manos de la empresa TERAMAQ SRL, habilitada como Operador de Envases Vacíos Plásticos de Productos Fitosanitarios.
Según las informaciones que brindó la empresa la cantidad de kilogramos de envases que se tratan en la provincia era en 2013 de 131.779 y subió a 377.119 en 2019, casi un 200 por ciento más que siete años antes. A febrero de 2020, en tanto, se había dado tratamiento a 49.773 kilogramos de envases. Durante todos los años, la acumulación de kilogramos de bidones fue en aumento.