La vida en democracia hace inadmisibles hechos como los que se produjeron en la movilización opositora del día de ayer, cuando se arrojaron en la Plaza de Mayo bolsas que simulaban cadáveres con los nombres de dirigentes sociales y políticos o alusiones a sus familiares e incluso de referentes mundiales de la defensa de los Derechos Humanos como las Abuelas de Plaza de Mayo.
En un país que sufrió el terrorismo de Estado, los vuelos de la muerte, la desaparición forzada de personas y el robo de bebés entre otros crímenes de lesa humanidad como la Argentina, estas acciones representan más que meras provocaciones.
Resulta intolerable que quienes dicen movilizarse en el marco de la democracia produzcan estos hechos que deben ser rechazados enérgicamente por el conjunto de la sociedad y las fuerzas políticas.
El consenso democrático permitió a los argentinos y argentinas construir un piso de acuerdos que hizo posible desde el Juicio a las Juntas hasta la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y la condena al genocidio.
A días de cumplirse los 45 años del Golpe de Estado que dio inició a la Dictadura Cívico-Militar de 1976, debemos reafirmar con más fuerza nuestro compromiso: "Nunca Más."