El sector empresario de los alimentos se fue el jueves último de la reunión con el Gobierno con algunas instrucciones de uso para encarar las mesas de trabajo que se vienen. Además de los cinco ejes que el Ejecutivo impuso para la discusión (insumos, productividad y Precios Máximos, los más relevantes), se charló de los temas que se abordarán en lo que será el esquema de sub-mesas sectoriales, no sólo dentro de alimentos, sino también en construcción y electrodomésticos, las otras dos mesas relevantes.
Luego del primer encuentro general con alimentos, en el que se juntaron sindicatos, supermercadistas, proveedores y la agroindustria, habrá rondas de trabajo de temas específicos. Según supo PáginaI12, los próximos pasos a discutir serán la incidencia de insumos del campo, fertilizantes, envases industriales, cartón, vidrio y botellas, todos productos que tienen peso alto en el precio final de góndola.
Los ladrillos, un dolor de cabeza
En paralelo a estas submesas, el Gobierno abordará entre jueves y viernes próximo la discusión con el sector de la construcción. Fuentes privadas asumieron ante este diario que el problema de los precios es allí importante y que, en parte, tiene que ver con la especulación. El sector de la obra tiene varias particularidades: con una ley de fomento aprobada en el Congreso, atraviesa un boom de actividad que generó que, entre octubre y noviembre del 2020, hubiese un desfasaje de precios en la cadena comercial fuerte y faltante de productos.
Y esos saltos de precios se vieron sobre todo en corralones. Incluso el Gobierno observó que no hubo subas tan importantes en sectores concentrados de la producción, como en la cadena del hierro, monopolizada por Acindar y Techint. En lo que se denomina puerta de fábrica, no hubo mayores problemas. Hubo firmas, incluso, que sin problemas de precios tuvieron el mejor trimestre de su historia, el caso de Ternium.
El de los ladrillos tendrá en la mesa de debate una contextualización para que los privados expliquen estos inconvenientes. Lo que se buscará allí es fortalecer la oferta con la posibilidad de ampliar a más insumos el plan de Precios Cuidados de la construcción, con características más federales. Naturalmente, en los diálogos Gobierno y la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) ya surgió también la necesidad de observar y analizar a un sector que tiene partes de informalidad.
Computadoras y celulares, en la mira
La electrónica, menos visible ante la dinámica rampante de los precios de los alimentos, es otro frente de conflicto importante en las mesas de debate de la cadena. Hay en el sector una oferta productiva más concentrada en tres lugares: Tierra del Fuego, Buenos Aires y Rosario. A lo que se les suman los importadores y la cadena comercial. En el Gobierno observan que son productos esenciales en la pandemia, y que han tenido subas excesivas. Tienen registrado y ya charlaron con empresarios que, ante la oferta acotada a la demanda, ha habido especulación de precios. En este caso, se vio en todos los eslabones de la cadena, desde las fábricas hasta las bocas de expendio. Sobre todo, en computadoras y celulares.
En este contexto, y como son bienes que aprovecharon los esquemas de venta en cuotas, en el Gobierno no descartan que pueda suspenderse el Ahora 12 donde se comprueben alzas por sobre los costos. Esta posibilidad de bajar el acuerdo por las cuotas, sería para cualquier sector en el que se tenga confirmado un sistema de especulación ante mayor demanda y oferta acotada.
También los privados pidieron al Gobierno que se aborde la cuestión de las importaciones, hoy cerradas a productos terminados. Allí el Ejecutivo pone sobre la mesa la situación de administración del comercio, dada la corta cantidad de divisas disponibles. Entienden que en el escenario actual, la cantidad de divisas no permite mayores aperturas.