La falta de agua potable obligó, por tercer día consecutivo, suspender las clases en Trelew, Rawson y Puerto Madryn, entre otras localidades de la provincia de Chubut. La turbiedad de los ríos Chubut y Chico, que abastecen a las plantas potabilizadoras de la zona Noroeste de la provincia, también provocó la salida anticipada de internados en distintos hospitales y detuvo la producción en los polos industriales más importantes de la región. Por otra parte, Mario Das Neves, gobernador chubutense, giró setenta millones de pesos –entregados por el Poder Ejecutivo Nacional– a Comodoro Rivadavia para asistir la reconstrucción de la ciudad arrasada por el temporal.

Chubut no sale de su asombro. Tras el temporal que azotó a toda la provincia –en varias zonas llovió casi el triple de lo esperado en un año– ahora la población chubutense debe hacer frente a un problema totalmente contrario: la falta de agua. Es que la crecida del río homónimo de la provincia transporta un nivel de turbiedad tan alto (más de 3000 partículas por millón) que imposibilita el funcionamiento de las plantas potabilizadoras. Por eso mismo, el ministro de Coordinación de Gabinete de Chubut, Alberto Gilardino, aseguró que no habrá clases “en ninguno de los niveles en las escuelas del Valle Inferior del Río Chubut y Puerto Madryn hasta que no se garantice el adecuado aprovisionamiento de agua potable en los establecimientos”. 

Ahora bien, a la pregunta acerca de cuándo volverá el agua potable a esta región de Chubut, la respuesta difiere de acuerdo con la localidad de origen. En Trelew, ubicado a 25 kilómetros de Rawson, el secretario de Obras y Servicios Públicos, Marcelo Monserrat, explicó que “desde ayer se inició el rebombeo a la planta potabilizadora”, aunque agregó que “el servicio se restablecerá por sectores”. Por su parte, en la capital, el presidente de la Cooperativa de Servicio Públicos, Marcelo Griffiths, no pronosticó una fecha de regreso del agua potable y expresó que “en el río aún estamos arriba de las 3700 unidades de turbiedad”. 

La falta de agua potable afecta a más de 250.000 chubutenses, ya sean residentes de las grandes ciudades de la región del valle como pequeñas localidades rurales del norte y centro de la provincia. Fuentes municipales confirmaron que seguirán los centros de distribución de agua en todas las zonas afectadas por la contaminación del río Chubut. Pero además del colapso del sistema de agua potable, algunos vecinos debieron volver a sus casas ya que la atención a pacientes “de bajo riesgo” fue suspendida en los hospitales de la región noroeste de la provincia. 

“Sobrevolamos la zona y se observa que el río Chico, que antes estaba seco o apenas era un hilo de agua, viene completo y con un color barroso que desemboca en la represa. Lo mismo ocurre con el río Chubut”, expresó el gobernador Das Neves. 

A su vez, el intendente de Trelew, Adrián Maderna, atendió el reclamo de los vecinos que ayer se manifestaron para pedir la cancelación de las boletas de agua y aseguró que “ante la ausencia de agua potable, nos corresponde exigir a la Cooperativa que también evalúe esta situación a la hora de cobrar el servicio”. 

Por último, Carlos Linares, intendente de Comodoro Rivadavia, y Das Neves confirmaron, tras una reunión en la Casa de Gobierno de Chubut, la transferencia de setenta millones de pesos –provenientes de Aportes del Tesoro Nacional– a la ciudad patagónica. El mandamás de Chubut indicó que esos fondos “servirán para ir afrontando gastos de la reconstrucción de la ciudad luego del terrible temporal”.