Por segunda vez en cuatro días, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, fue denunciado por acoso sexual. En este caso, una excolaboradora denunció haber sido interrogada acerca de su vida sexual por el gobernador, quien desmintió las acusaciones.

Charlotte Bennett, de 25 años, afirmó que Cuomo, para quien trabajó hasta hace poco como asesora de políticas de salud para mujeres, le daba a entender que “quería irse a la cama” con ella cada vez que se quedaban solos.

“Nunca trató de tocarme; dijo que sufría la soledad en tiempos de pandemia por no poder siquiera abrazar a alguien”, dijo Bennett, según el diario The New York Times. Y agregó que, a principios de junio, una noche que quedó a solas con el gobernador, este comenzó a hacerle preguntas muy personales, incluso acerca de su vida sexual y sobre si pensaba que la diferencia de edad era un obstáculo para relacionarse.

Me sentí increíblemente incómoda y asustada”, aseguró Bennett, y sostuvo que Cuomo, de 63 años, le dijo que estaba “abierto a las relaciones con mujeres de veintitantos”.

La denunciante contó que fue removida de su cargo después de que le confiara esos hechos a la jefa de Personal del gobernador, Jill DesRosiers.

Tras hacerse pública la denuncia, el gobernador respondió a las acusaciones mediante un comunicado enviado a los medios, en el que negó los hechos y afirmó que creía estar actuando como mentor de la joven. “Nunca hice avances con Bennett ni tuve la intención de actuar de manera inapropiada”, indicó Cuomo, que se refirió a Bennett como un “valioso miembro de su personal” y de la que, dijo, “tiene todo el derecho a hablar”.

Cuomo pidió en un principio que se llevara a cabo una investigación “externa y exhaustiva” de las denuncias y solicitado a los neoyorquinos que esperen los resultados de la misma “antes de emitir juicio”. Sin embargo, poco después se echó para atrás en su propuesta y la sustituyó por la petición a la fiscalía y a un juez de que designen a un abogado para que investigue.

Esta es la segunda denuncia contra gobernador neoyorquino después de que Lindsey Boylan, una exfuncionaria estatal de desarrollo económico, relatara en una carta publicada en el portal Medium, que entre 2016 y 2018 Cuomo la había acosado en varias ocasiones e incluso, en un momento dado, le había dado un beso en su oficina de Manhattan, cuando ambos se encontraban a solas.

En otro episodio del presunto acoso, el funcionario sentado frente a ella en el avión oficial, la habría acorralado con las rodillas e invitado a jugar al strip poker, una modalidad del juego que obliga al perdedor a ir sacarse de ropa.

El gobernador, que recibió un premio Emmy especial por sus conferencias de prensa televisadas acerca de la pandemia, se encuentra además en el punto de mira de la opinión pública -y de la facción más progresista de su partido- por un caso de ocultación de datos acerca de las muertes por coronavirus en los geriátricos del Estado que está siendo investigado por la justicia y el FBI.

Sus poderes ejecutivos en la gestión de la pandemia también han provocado la renuncia de una decena de altos funcionarios del departamento de Salud Pública, a los que habría ninguneado a la hora de tomar decisiones importantes, como la del modelo de administración de las vacunas contra la Covid-19.